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Cuba y Argelia reactivan una vieja amistad

Raúl Castro concluye su primer viaje fuera de Latinoamérica como presidente cubano con una nostálgica visita a Abdelaziz Bouteflika

El presidente cubano, Raúl Castro, de 77 años, que inició el pasado fin de semana una visita de tres días a Argelia, se reunió ayer durante 90 minutos con su homólogo, Abdelaziz Bouteflika, de 71 años. Fue un encuentro de viejos amigos que entablaron relación en los años sesenta, cuando soñaban con la revolución, y que casi medio siglo después se empeñan en que perdure su vínculo en un mundo globalizado.

Castro llegó el sábado por la tarde a Argel después de haber visitado Moscú y Luanda. Su visita fue anunciada oficialmente con tan sólo horas de antelación por las autoridades argelinas y su programa oficial no fue divulgado. Tanto secretismo habría sido inimaginable si el huésped extranjero de Bouteflika hubiera sido un mandatario europeo. Esta gira por capitales aliadas es el primer viaje del presidente cubano fuera de Latinoamérica desde que en julio de 2006 sustituyó a su hermano Fidel, de 82 años, en la jefatura del Estado.

La relación entre La Habana y Argel "se remonta a mucho antes de la independencia", declaró Castro a la salida del palacio presidencial de La Mouradia, donde le recibió Bouteflika. Es "muy fuerte", añadió, según la agencia de prensa argelina APS. Ambos países "tienen muchos puntos en común", recalcó.

Bouteflika no se dirigió a la prensa, pero es probable que su reflexión haya quedado de antemano recogida por el editorial que publicó El Moujahid, el diario del Gobierno: "Argelia y Cuba han estado siempre juntas (...), en primera línea de la lucha por la libertad, el derecho de los pueblos a la independencia y allí donde los intereses del Tercer Mundo deben ser defendidos".

En sintonía con estas proclamas, el huésped cubano depositó ayer una ofrenda floral en el Santuario de los Mártires caídos por la independencia y después visitó el Museo de los Mujahidines, los combatientes que entre 1954 y 1962 lucharon contra la colonización francesa hasta lograr la independencia. La guerra fue "larga y cruel", recordó Castro.

Apoyo castrista

La Cuba castrista empezó mostrando su solidaridad, a principios de los sesenta, acogiendo en sus hospitales a guerrilleros heridos en la lucha contra Francia, pero su apoyo fue más decisivo en la guerra que enfrentó a Argelia con Marruecos en 1963, justo después de la obtención de la independencia. Raúl Castro despidió en octubre de ese año a un batallón de carros de combate que desembarcó en Orán dos semanas después. El envío del contingente cubano incitó probablemente a los marroquíes a hacer las paces.

La amistad que se fraguó entonces ha perdurado gracias, por ejemplo, a las siete visitas que efectuó Fidel Castro ?la última, en 2001?, siempre devueltas por los diversos jefes de Estado argelino. El conflicto del Sáhara Occidental brindó incluso, a partir de 1975, a ambos países una nueva causa común por la que luchar.

Marruecos se hizo aquel año con el control del grueso de la antigua colonia española, pero parte de su población se refugió en el suroeste de Argelia. Un movimiento de liberación, el Frente Polisario, lucha por la independencia del territorio de 250.000 kilómetros cuadrados. Goza del apoyo de Argel y también de La Habana.

En la isla han estudiado además, con becas cubanas, miles de adolescentes y jóvenes saharauis, y en los campamentos de refugiados de Tinduf trabajan cooperantes cubanos.

Pese a su buena sintonía política, Argelia y Cuba no son estrechos socios económicos. Las relaciones políticas "con los hermanos argelinos están por encima de las comerciales", reconoció Castro. Los clientes y proveedores de Argelia son EE UU y los principales países europeos.

Argel y La Habana desarrollan, sin embargo, lo que el diario El Moujahid describe como "un relación ejemplar" de cooperación Sur-Sur. La ayuda cubana a Argelia es desde luego vistosa y además la prensa local la airea mucho. Hace 10 meses fue, por ejemplo, inaugurado en Djelga un primer hospital oftalmológico atendido por personal cubano.

Otros tres están en construcción en lugares remotos del país (Ouargla, Béchar y El Oued) y, si se cumplen los planes, dentro de un lustro el número total de centros médicos cubanos alcanzará la docena. Actualmente, 123 médicos cubanos trabajan en Argelia.

La colaboración farmacéutica es también estrecha. Hace una semana, la empresa pública argelina Saidal firmó un acuerdo de asociación con el grupo cubano Heber Biotic para la fabricación masiva de vacunas contra la hepatitis B.

Raúl Castro llega, en medio de una fuerte nevada, a su entrevista con Bouteflika, ayer en Argelia.
Raúl Castro llega, en medio de una fuerte nevada, a su entrevista con Bouteflika, ayer en Argelia.AFP

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