Dolly amenaza con inundar la zona fronteriza entre México y EE UU
El fenómeno se debilita hasta el grado de tormenta tropical, pero puede dejar lluvias que desborden los diques del Río Grande
El huracán Dolly ha perdido fuerza al tocar tierra en la frontera entre Tejas (EE UU) y México y se ha degradado a la categoría de tormenta tropical, según la última información del Centro Nacional de Huracanes (CNH). No obstante, la amenaza viene ahora de las fuertes lluvias que lleva asociadas. Se ha alertado a las localidades tejanas de Browsville y Puerto Aransas, donde han caído más de 30 centímetros de agua en las últimas horas. Dolly avanza ahora con vientos máximos de 110 kilómetros por hora a una velocidad de 11 kilómetros según el CNH, que pronostica que el meteoro podría convertirse en una depresión tropical este jueves por la noche.
Las autoridades temen que las lluvias causen problemas durante unos días, incluso hasta desbordar los diques a lo largo del río Grande, que sirve de frontera natural entre el estado estadounidense de Tejas y México. En esta zona, las lluvias de Dolly, segundo huracán de la zona atlántica en 2008, han dejado hasta 30 centímetros de agua en las últimas horas, desde que el fenómeno tocó tierra como un huracán de nivel 2 en la escala Saffir-Simpson, de cinco, a la altura de la isla Padre Sur, justo enfrente de las localidades fronterizas de Brownsville (Tejas) y Matamoros (México).
Para los próximos días, el Centro Nacional de Huracanes prevé que Dolly podría dejar hasta 51 centímetros de lluvia (510 litros por metro cuadrado) en el sur de Texas y el noreste de México. El Gobernador de Tejas, Rick Perry, ha puesto en alerta a 1.200 efectivos de la Guardia Nacional y ha emitido una declaración de zona catastrófica para 14 condados de la zona.
Cosas volando
Los vientos han levantado tejados, arrancado árboles y han dejado a miles de personas sin electricidad. "Las cosas volaban por todas partes, se oían cosas golpear todo el tiempo", ha relatado a Reuters Kevin Hoffman, un residente de la zona. Pese a todo, "el mayor problema de esta tormenta va a ser, probablemente, las inundaciones tierra adentro", ha augurado John Nielsen-Gammon, meteorólogo del estado de Texas y profesor de la Universidad Texas A&M. Se teme que las lluvias que se produzcan en tierra aporten una cantidad de agua sobre el Río Grande que sus diques no puedan contener. Podría ser una cuestión de días.
Según Nielsen-Gammon, están cayendo precipitaciones de hasta 10 centímetros en una sola hora. Este especialista cree que lo peor podría situarse en el lado mexicano de la frontera. En México, una persona ha muerto a causa del Dolly. Se trata de un pescador que ha sido recogido por la Armada mexicana en aguas de la península del Yucatán. Se busca a otras tres personas.
En Matamoros, al otro lado del Río Grande junto a Brownsville, miles de personas tuvieron que buscar refugio por las inundaciones. El agua llegaba en algunos puntos a la cintura. Militares patrullaban la ciudad para evitar saqueos en las casa evacuadas. También aquí se han producidos cortes eléctricos, caídas de árboles y daños en el mobiliario urbano (semáforos, farolas...). No obstante, no se han registrado heridos de consideración, según ha informado el gobernador del estado de Tamaulipas, Eugenio Hernández.
Al igual que al otro lado de la frontera, se teme que las lluvias desborden los diques del Río Grande e inunden amplias zonas. También que la tormenta eleve el nivel del mar y su agua se una a la del río.
El fenómeno sigue su camino hacia el noroeste y a las 6.00 GMT estaba ya a unos 120 kilómetros al noroeste de Brownsville. Se mueve a unos 7 kilómetros por hora, con vientos sostenidos de 110 kilómetros por hora y se espera que siga debilitándose en las próximas horas hasta convertirse en depresión tropical esta misma tarde y disiparse mañana, según el CNH.
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