Las autoridades iraquíes decretan el toque de queda en Bagdad
Los milicianos de Al Sáder cumplen su amenaza y vuelan el tramo de un oleoducto.- Al menos 130 personas han muerto tras tres días de enfrentamientos
Las autoridades iraquíes anunciaron ayer la imposición del toque de queda en Bagdad desde las 11 de la noche de ayer jueves hasta las 5 de la mañana del domingo debido a la situación de deterioro tras varios días de combates protagonizados por las milicias chiíes. Decenas de miles de partidarios del clérigo Múqtada al Sáder marcharon ayer por las calles de Bagdad, y han exigido la dimisión del primer ministro y aliado de EE UU, Nuri al Maliki.
Maliki ha prometido que las fuerzas de seguridad combatirán a los milicianos en Basora "hasta el final". Los combatientes del Ejército del Mahdi, leales Al Sáder, continúan controlando gran parte de Basora, la segunda ciudad más importante de Irak.
En este contexto, un grupo de hombres armados, supuestamente milicianos chiíes, volaron ayer por la mañana un tramo de un oleoducto de la compañía Southern Oil Company, situado al oeste de la ciudad de Basora, en el sur de Irak. Este ataque es el primero contra una instalación petrolera desde que hace cuatro días comenzaron intensos enfrentamientos entre el Gobierno iraquí y la milicia chií, que amenazó con incendiar los pozos petrolíferos de la provincia.
Según ha informado un representante de la compañía propietaria, el oleoducto, transporta petróleo desde un pozo en Zubair, oeste de la provincia, hasta el puerto de Basora, ha sido "gravemente dañado con bombas colocadas debajo de él". La explosión se registró alrededor de las 09.00 hora local (05.00 GMT).
El mismo portavoz de Sothern Oil Company, en condición de anonimato, ha asegurado que tras este atentado "las exportaciones de petróleo se verán muy afectadas porque es uno de los dos principales conductos que llevan crudo a las terminales del sur". La compañía calcula que perderá "un tercio de lo que se exporta a través de Basora". Irak exportó 1,54 millones de barriles al día el pasado febrero desde Basora, donde se concentran el 90% de las exportaciones de crudo.
Testigos presenciales han afirmado haber visto grandes columnas de humo negro saliendo del lugar de la explosión y elevándose sobre el cielo de la ciudad. "Un incendio inmenso comenzó en el lugar, y los bomberos llegaron rápidamente para controlar el fuego", ha dicho a la agencia independiente iraquí Aswat al Iraq un testigo que vive a apenas 200 metros del lugar del incidente.
Cruce de amenazas
Un portavoz del Ejército del Mahdi, el jeque Hariz Azari, dijo el martes que la milicia sopesaba atacar los pozos petrolíferos si el Gobierno no detenía la campaña contra su grupo: "Aunque estos pozos pertenecen al pueblo iraquí, e incendiarlos sería una decisión complicada, estamos examinando esta opción si el Gobierno continúa esta campaña sin justificación".
Los combates protagonizados por las milicias fieles al clérigo radical Múqtada al Sáder, que han retomado las armas tras el alto el fuego pactado durante meses, han puesto en jaque al Gobierno de Nuri al Maliki, que también amenazó el miércoles con graves castigos si no deponen su actitud. Maliki ha dado un ultimátum de 72 horas, que expira el sábado, a los milicianos para que dejen las armas o si no se enfrentarán a "graves castigos". Pese a todo, no han cesado los combates.
Al menos 130 personas han muerto y centenares han resultado heridas a causa de los combates, que comenzaron en Basora la noche del lunes y que se han extendido a varias áreas de Irak. Fue el último balance oficial hecho público ayer que, sin embargo, hoy mismo ha aumentado. La policía iraquí ha informado esta mañana que al menos 44 personas han muerto en la ciudad de Kut, bastión de los leales chiíes de Al Sáder, tras los enfrentamientos que vienen produciéndose desde hace tres días.
Cohetes en la "zona verde"
La custodiada zona verde, que alberga en pleno centro de Bagdad las sedes gubernamentales iraquíes y varias embajadas occidentales, ha sufrido el cuarto ataque con morteros en tres días, informan fuentes policiales
Hasta el momento se desconoce si los cuatro proyectiles que cayeron sobre la zona verde causaron víctimas, aunque se podían ver columnas de humo desde los alrededores. Tres ciudadanos estadounidenses, cuya identidad todavía no ha sido hecho pública, resultaron heridos de gravedad el pasado miércoles después de una lluvia de proyectiles de mortero similar a la de ayer.
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