Brufau advierte a los interesados en Repsol que o colaboran o serán considerados "competidores"
El presidente de la petrolera rechaza una intervención del Gobierno y aboga por que los centros de decisión se queden en España y Argentina
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, ha asegurado hoy que desea que los centros de decisión de la compañía permanezca en España y Argentina y se ha mostrado contrario a aceptar en el Consejo de Administración a un socio industrial que no siga las reglas del juego de la petrolera. Así, en línea con lo que afirmó ayer, ha reclamado a los posibles interesados en entrar en la petrolera que crucen la "línea mágica" del umbral del 30% que obliga a lanzar una OPA por el 100% de la empresa o que se queden por debajo de este porcentaje y se limiten a "colaborar" y "aportar valor".
Durante su intervención en el Foro España Innova, Brufau ha asegurado que si una compañía petrolera -que tendrían trato de socio industrial por compartir el mismo segmento del mercado- como Lukoil se incorpora al órgano directivo de Repsol YPF deberá hacerlo para aportar valor y aceptar las reglas de juego, y no para cambiar las cosas, porque de lo contrario el consejo de administración "no va a dejarle sentarse porque es un competidor".
"Difícilmente se podría considerar como positiva alguien que entre Repsol y quiera cambiar aquellos criterios que la han llevado a ser lo que es"
En cualquier caso, ha destacado que su intención es que Repsol YPF siga siendo "privada e independiente", y ha añadido que no sería lógica la intervención pública para impedir la entrada de la rusa Lukoil, que, supuestamente quiere comprar el 29,9% del capital a Sacyr Vallehermoso y La Caixa. Por ello, ha advertido de que si se queda por debajo del 30 por ciento -umbral para lanzar una OPA-, tendrá todo el derecho a pagar lo que quiera al accionista que venda, así como la obligación de "entender las reglas del juego". En caso contrario, ha asegurado que si se trata de un socio industrial como lo sería Lukoil, el consejo de administración "no va a dejarle sentarse porque es un competidor".
No son "buenos ni malos según su origen"
Respecto a la condición rusa de Lukoil, Brufau ha afirmado que no todos son "buenos o malos por su origen" y ha vuelto a enfatizar que prefiere accionistas que respeten el carácter privado, independiente e hispano-argentino de la compañía. En este sentido, ha añadido que los centros de decisión de una empresa son muy importantes y es "evidente" que se protegen más con muchos accionistas propietarios que con uno sólo, ya que de ser así "nos convertiríamos en una división".
Brufau, que ha reiterado que desconoce la operación y que a él no le corresponde decidir quién debe entrar en la compañía, ha hecho esta reflexión tras reiterar que si Lukoil quiere controlar Repsol YPF deberá lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) por el cien por cien.
En su opinión la compañía, dado que trabaja en un sector estratégico, debe seguir siendo independiente, lo que significa que cualquier accionista que entre tiene que ser muy respetuoso con el plan estratégico y aportar valor a aquello que el consejo, la dirección y los empleados están realizando. "Difícilmente se podría considerar como positiva alguien que entre Repsol y quiera cambiar aquellos criterios que la han llevado a ser lo que es hoy y lo que será dentro de cinco años", ha aseverado Brufau.
Línea mágica
Si el nuevo inversor quiere hacer cosas distintas lo que tiene que hacer es lanzar una OPA, ha insistido antes de subrayar que si alguien pretende que haya un cambio de control debe cruzar esa "línea mágica". Si opta por esta opción y tiene éxito, "entonces tendrá todo el derecho a hacer lo que quiera" aunque, como presidente, Brufau le exigirá que, por encima de todo y en la medida de lo que pueda, respete a los 36.000 empleados y la filosofía empresarial de la compañía. En todo caso, ha revelado que él no frenará una OPA y que tampoco dirá a los accionistas si deben o no acudir a ella.
Respecto a una posible intervención del Gobierno, ha insistido en que si en su día el Estado decidió privatizar Repsol, lo lógico sería que la compañía siga siendo privada, y la incorporación ahora de capital público produciría "cierta distorsión". "Creo que todos lo gobiernos, sean del color que sea, procuran lo mejor para el interés general", ha dicho Brufau, quien ha insistido en que los Estados deberían procurar "intervenir poco en las fuerzas del mercado", y ha recalcado que la solución debe pasar por criterios "estrictamente privados".
Solbes descarta que el Gobierno salga en ayuda de Sacyr
El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha descartado hoy que el Gobierno vaya a ayudar económicamente a Sacyr ante las dificultades que atraviesa la empresa en estos momentos. "Que yo sepa, no", ha respondido Solbes a los medios al ser preguntado por esta cuestión y tras intervenir en las II Jornadas anuales de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).
Cuestionado por la posibilidad de que sea Total la que finalmente presente una oferta por Repsol, Solbes ha reiterado que los temas de empresas privadas "se quedan entre las empresas privadas". Además, ha asegurado una vez más que no le gusta la participación de sociedades públicas en compañías que se han privatizado y que le interesa más la presencia de empresas "con sistemas más de mercado y con más elementos de privacidad".
Competencia, "poco partidaria" de la entrada de empresas públicas en privadas
El presidente de la Comisión Nacional de Competencia (CNC), Luis Berenguer, ha señalado hoy que la Comisión siempre ha sido "poco partidaria" de la entrada de empresas públicas en el capital de otras privadas, en referencia a la posible entrada de Lukoil en Repsol. Sin embargo, ha criticado que el tratado de la UE no diferencia entre empresas públicas y privadas. "Podría revisarse en el futuro, pero no hay diferencia", ha señalado Berenguer tras afirmar que la CNC no dispone de datos suficientes para pronunciarse sobre el caso Lukoil-Repsol.
El PP reprocha a Zapatero que "no es momento para que juegue al Monopoly"
Desde la oposición, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha insistido en que es contraria a la entrada de Lukoil en Repsol YPF y ha considerado que "la primera obligación de un Gobierno es defender el sector estratégico, y no es el momento para que Zapatero juegue al Monopoly". "Ya ha jugado cinco años al Monopoly y ahora nos estamos jugando nuestro futuro como país", ha criticado.
"Una empresa rusa, controlada por el Gobierno ruso, no creo que acepte entrar en una empresa para no mandar y pagando más dinero por las acciones que el valor que en estos momentos tienen", ha criticado. En su opinión, el Ejecutivo tiene medios legales a su alcance "para evitar que la puerta de entrada al sector energético español quede a merced de las decisiones de un Gobierno que no forma parte de la UE, y que utiliza la energía para hacer política".
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