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FÚTBOL | BARCELONA 4 - SEVILLA 0

Superlativo Iniesta

El Barça resuelve de un plumazo, con un juego demoledor y cuatro goles de todas las facturas

Los partidos del Camp Nou empiezan también donde acaban los del Bernabéu, incluso en las jornadas que se anuncian como definitivas, más que nada por el ruido que provoca la épica frente al silencio que despierta la estética. Al triunfo agónico del Madrid la noche del martes respondió ayer el Barcelona con una celestial victoria que se dio por descontada nada más comenzar el encuentro. A los dos minutos, ya había marcado un gol y pasado el cuarto de hora se contó el segundo, de manera que los aficionados se olvidaron en un abrir y cerrar de ojos del penalti de Casquero y del tanto postrero de Higuaín, dos jugadas que habían provocado el insomino de la hinchada azulgrana más derrotista y despertado el sueño madridista de alcanzar la Liga. El equipo barcelonista se recreó con la presión blanca y ofició un partido tan estupendo que acabó con el eco del remonte del Madrid.

BARCELONA 4 - SEVILLA 0

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Márquez (Sylvinho, m. 82), Abidal; Xavi (Bojan, m. 74), Touré, Keita; Iniesta (Hleb, m. 60), Eto'o y Henry. No utilizados: Pinto, Puyol, Messi y Busquets.

Sevilla: J. Varas; Mosquera (Konko, m. 65), Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Navas, Maresca, Romaric, Capel; Luis Fabiano (Renato, m. 56) y Koné (Kanouté, m. 46). No utilizados: Vargas, Duscher, Prieto y Perotti.

Goles: 1-0. M. 2. Iniesta desde la frontal del área la coloca en la escuadra. 2-0. M. 16. Eto'o aprovecha un pase de Iniesta. 3-0. M. 48. Xavi, a pase de Iniesta, la coloca desde la frontal del área. 4-0. M. 54. Henry cruza, tras otro pase de Iniesta.

Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Navarro, Abidal, Mosquera.y Alves.

Camp Nou. 76.386 espectadores.

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Más goles que el 'dream team'

A veces una sola jugada, tan concreta como un penalti, puede levantar al equipo más desfigurado y paralizar al rival más aplaudido. La pifió el Getafe y el Madrid edificó un triunfo estruendoso que se anunciaba como decisivo para el torneo, sobre todo si se tiene en cuenta el efecto desmoralizador que provocan en la afición azulgrana los triunfos blancos de última hora. Al Barcelona se le presentaba aparentemente un partido muy complicado contra el Sevilla. A la hora de la verdad, sin embargo, el litigio de anoche duró en el Camp Nou más o menos lo mismo que el remonte del día anterior en Chamartín contra el Getafe. Igualmente resultadistas por el momento, el fútbol de uno y otro equipo, sin embargo, no admiten comparación por antagónicos. Los azulgrana son un equipo sensato y virtuoso mientras que a los madridistas les anima desde el caos la resistencia y la locura.

Aunque nunca dejó de jugar, el Barcelona resolvió el partido muy al principio, con una sencillez extraordinaria, prácticamente en silencio, de manera serena y exacta, tal y como es Iniesta. Nada que ver con el arrebato protagonizado a última hora por Higuaín en el Madrid. La actuación azulgrana fue exquisita, por natural, por artística, por poética. Todos los goles tuvieron la misma factura. Recuperan la pelota los delanteros con su presión, la juegan los interiores con profundidad y la puntean unos u otros con precision, los que antes llegan al área contraria, siempre en superioridad frente a la defensa contraria. La parábola de Iniesta resultó tan delicada (1-0) como su combinación con Xavi antes de armar el remate de Eto'o (2-0). Resulta igualmente muy difícil acabar una jugada tan bien trenzada como lo hizo Xavi (3-0) y, por supuesto, el gol de Henry (4-0) también tuvo su mérito.

El ejercicio futbolístico azulgrana de ayer tiene su mérito por la dificultad del rival, por la presión del marcador del día anterior y porque ni siquiera precisió de Messi, al que le dolía la tripa y se quedó en ayunas después de perder un quilo y medio durante la noche anterior. Al Barcelona le alcanzó con Iniesta. El volante cuadró una partido memorable como centrocampista y como delantero. Abrió el marcador con un remate delicioso a la cruceta del novel Javi Varas y después mezcló con Xavi para descuartizar al Sevilla con tres asistencias prodigiososas. Un ratito nada más comenzar y unos minutos después del descanso fueron suficientes para que Iniesta fuera canonizado.

Guardiola le retiró poco después que Henry anotara el cuarto para que la hinchada le ovacionara por su juego de tiralíneas. Había acabado el grueso del partido y quedaba tiempo solo para los detalles. La presencia del Sevilla ayudó a agrandar el triunfo del Barcelona porque el equipo de Jiménez se plantó muy flamenco en la cancha, fuerte por fuera con dos volantes y duro por dentro con los medio centro, dispuesto a ir a por el partido, incluso sin Kanouté. Al igual que pasó con otros tantos rivales, el Barcelona le empequeñeció. Fracasaron los andaluces en su intento de disputar el balón al Barcelona, que estuvo nuemanente omnipresente en defensa y ataque, incansable y continuo en su juego limpio, plácido y poético, alejado del cuerpo a cuerpo, del alboroto, del futbol callejero y prosaico.

Disfruta el equipo y se lo pasa en grande la afición del Barcelona, que anoche acudió con ganas a la llamada de su entrenador. Hay pocos espectáculos que merezcan más la pena que un partido en el Camp Nou. Hay tiempo para paladear el juego y también para hacer la ola y después aplaudir a los futbolistas cuando Guardiola les cambia con vistas a compromisos futuros igualmente exigentes. Iniesta y Xavi fueron ayer los más vitoreados después de combinar de forma estupenda, siempre a un toque, igualmente veloces e inalcanzables para sus marcadores, en sincronía con la presión de Eto'o y Henry, para suerte de los zagueros. El Sevilla apenas remató a portería y se limitó a aplaudir a un líder que llega en buena forma al tramo decisivo. Pocas veces había resuelto un partido complicado con tanta sencillez. Ante la percusión de Chamartín, nada mejor de momento que atender al violín de Iniesta.

El equipo celebra con Iniesta el primer gol del partido, obra del centrocampista manchego
El equipo celebra con Iniesta el primer gol del partido, obra del centrocampista manchegoAFP
El técnico del equipo blaugrana, Josep Guardiola, recordaba anoche que quedan todavía 18 puntos por jugar y se mostraba satisfecho por haber hecho un buen trabajo.Vídeo: VNEWS

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