Error monumental de Ferrari

La revolución de los modestos se confirmó en la clasificación de la segunda carrera del Mundial de Fórmula 1 . Tal como había ocurrido en Australia, Jenson Button situó de nuevo su Brawn GP en primera posición de la parrilla de salida del GP de Malaisia, demostrando el potencial que atesoran los coches diseñados por el ex ingeniero de Ferrari. El piloto británico compartirá la primera línea con el italiano de Toyota Jarno Trulli, que realizó una parte final de su vuelta rápida espectacular para superar al alemán Sebastian Vettel (Red Bull), que ocupó la tercera posición.

La parrilla de salida parece invertida. Los grandes nombres se quedaron fuera de las posiciones de privilegio. La peor parte, sin embargo, se la llevó el brasileño Felipe Massa que fue víctima de un error monumental de estrategia de Ferrari y quedó apeado en la primera sesión de la clasificación. Partirá de la 16ª posición. Su cara de enfado era justificada, porque marcó un tiempo correcto en su primer intento y el equipo creyó que tanto él -noveno mejor tiempo entonces- como Kimi Raikkonen -séptimo- estaban ya clasificados para la segunda tanda. Las caras de los responsables del equipo italiano fueron cambiando a medida que muchos de los coches que tenían detrás mejoraban ostensiblemente sus tiempos en su último intento y superaban a los dos Ferrari. Rosberg, Heidfeld, Kubica, Kovalainen, Hamilton y Alonso les pasaron por delante y ellos no tenían ya capacidad de reacción. Raikkonen se salvó por los pelos. Pero Massa cayó hasta la 16ª posición.

"Hemos cometido un pecado de presunción", explicó Luca Colajani, jefe de comunicación de Ferrari, minutos después. El equipo preservó un par de juegos de neumáticos pero, probablemente, cerró cualquier opción de uno de sus pilotos. Raikkonen concluyó al final noveno, justo por delante de un Fernando Alonso decepcionado. El español realizó una vuelta impecable para poder acceder a la Q3 y concluyó en décima posición, pero las sanciones a Barrichello y Vettel le otorgaron finalmente el noveno lugar de la parrilla. "No es lo que esperábamos", confesó el piloto asturiano. Estamos peor de lo que creíamos. Hay que cambiar la tónica de las cosas y mejorar el coche ya para la siguiente carrera. Nos faltan 5 o 6 décimas para poder luchar contra los mejores". Alonso sólo realizó un intento en la última cronometrada y con los neumáticos usados. "No valía la pena gastar más neumáticos. Ya habíamos agotado los juegos en la segunda crono, buscando la clasificación para la Q3. Sólo salimos para saber el comportamiento del coche con la carga de gasolina que vamos a utilizar en carrera", concluyó Alonso.

Las previsiones para la carrera (17,00 en Malaisia, 11.00 en España) son de lluvia. Ayer cayó un diluvio poco después de la finalización de la cronometrada. "Si llueve como ahora, la carrera se parará", agregó Alonso. La confianza en el KERS, sin embargo, quedaría anulada en esta carrera en caso de lluvia, porque la entrada de potencia podría perjudicar. "Las ruedas patinan más y nosotros optamos por cerrar el sistema y correr sin él en caso de lluvia".

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