Un gran líder
Que al equipo de Pep Guardiola ayer, en el momento de presentarse a jugar en Almería, le separaran sólo tres puntos de su inmediato seguidor, el Real Madrid, no dejaba de ser como mínimo sorprendente. Ni siquiera seis puntos habrían dado la auténtica medida de las diferencias entre una y otra formación. Unas diferencias que el martes y miércoles quedaron perfectamente sintetizadas, lejos de cierta manipulación mediática, en el escaso y gris juego del Real Madrid y el brillante fútbol del Barça de esta temporada.
¿Por qué jugando tan mal el Madrid en la Liga sigue siempre ahí, puro Raphael en la Nochebuena? Creo que en la misma pregunta, tal como está aquí formulada, sabrán hallar algunos las claves para la respuesta al enigma. Pero como no es el momento de analizar tan espinosa cuestión, diré tan sólo que el Real Madrid da la impresión en Europa de ser desde hace cinco años amonestado por la realidad. Y hablando de amonestaciones, los árbitros europeos no parecen tan impresionados como los españoles por la leyenda madridista y pitan con normalidad, lo que acaba propiciando muchas veces que aparezca la llana realidad actual del club blanco.
El Barça ayer se presentó con un 4-4-2 elástico, con Iniesta oscilando en la media punta. Una alineación sin Busquets, Henry y Eto'o y, en cambio, con Bojan y un centro del campo discutible, pero que denotaba que Guardiola sigue componiendo los equipos con tranquilidad, a su aire, con su ritmo de siempre en las combinaciones de jugadores, ajeno a cierta presión mediática que busca pisarle los talones atormentándole, y que lo hace de forma harto grotesca y encima sin el menor éxito.
Justo en el momento en que la alineación de Bojan, después de un mal primer tiempo, parecía un posible error de Guardiola y éste se disponía a sustituirlo por Eto'o, una jugada de Messi acabó con un disparo al poste que Bojan que es curioso, pero hasta ayer en la Liga aún no había actuado de delantero centro remató con su habitual talento. El 1 a 0 encarriló el partido y Bojan aún repitió la suerte, logrando muy poco después buen gol después de una ágil y grandísima jugada el 2 a 0. Se disolvía así en humo aquella frase de un periódico que, tras comentar que el Madrid en Bilbao no había naufragado como algunos preveían, decía: "los condenados [es decir, los hinchas del líder] deberán seguir sufriendo".
Pues no hay, no hubo sufrimiento. Fue la de ayer, además, la victoria más cómoda de la temporada. Guardiola prescindió de cualquier miedo a que pudiera olvidarse la derrota de Liverpool y la opción Bojan, además, le salió redonda. La suerte también es de los que la buscan. Hasta intentó que Hleb, que salió al final de la segunda parte, también triunfara. Pero eso ya es pedir mucho, aunque uno sospecha que no tardará en llegar la sorprendente hora de este jugador bielorruso. Todo parece controlado en el mundo del líder. Alves vuelve por sus fueros. Márquez y Piqué se consolidan como una excelente pareja de centrales. Iniesta estuvo genial. El reciente y dudoso bache, que en todo caso por lógica tenía que llegar algún día, ha resultado ser breve, casi no fue. Y el miedo que parecían los equipos haberle perdido al Barça ha reaparecido. Y con razón. La sensación es la de que esta gran líder es capaz de todo y que, si las cosas al final no fueran excesivamente bien en alguna de las competiciones, incluso en todas, no sería grave, ya que lo importante es lo que ha sucedido y seguirá sucediendo. Y lo que está ocurriendo y seguirá sucediendo, es sencillo y grande. Se seguirá forjando este gran equipo.
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