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Reportaje:COPA DAVIS

La venganza roja

Eres un cabrón!". En 2007, Fernando Verdasco se revuelve y le chilla al hombre de naranja, apodo oficial de un espectador que lleva todo el partido gritándole, diciéndole que saca mal y que no tiene remedio. Pierde Verdasco, y España se despide de la Copa Davis contra Estados Unidos. Es el punto de partida de su particular venganza. Pasa un año. "¡Miedo!", gritan en la grada. "¡Verdasco tiene miedo!", le intimidan 10.000 espectadores, Argentina entera en un pabellón, y la Ensaladera en juego. El madrileño se muerde la lengua, y juega. Gana el cuarto punto, y España, sin Nadal, logra su tercera Copa Davis. Es 2008. En Mar del Plata. Lo nunca visto.

La conquista de la Ensaladera por el equipo de Emilio Sánchez Vicario fue un acto de fe desde la primera eliminatoria. Con España casi de paseo ante Perú (0-5), un directivo celebra la victoria bajo el calor húmedo del atardecer peruano. Es un veterano. Y lo tiene claro: "Que pase el siguiente. Este año no nos para nadie. Ganamos en 2000 y en 2004, así que este año toca". No se han apagado sus palabras cuando aparece Nicolás Almagro con el pecho al descubierto y unas tijeras puntiagudas. Busca al sparring peruano para cortarle la melena. Es el capítulo final de una semana peculiar: empezó sin Nadal, que no jugó la eliminatoria; siguió con los intimidantes carteles de "no tiren cojines a la pista", y terminó con una victoria que cimentó la cohesión del grupo. La unión fue luego muy necesaria. En la pista y en los despachos.

Durante el torneo de Roma, los tenistas españoles firman y leen en público, a través de la voz de su seleccionador, una carta en la que rechazan la gestión de Pedro Muñoz como presidente de la federación. El encontronazo se fragua tras eliminar a Alemania en cuartos (1-4), y pone a prueba los lazos que unen a los tenistas. Algunos conocen a Muñoz desde que son unos niños. Otros le consideran un "indeseable". Los menos se declaran "perplejos".

Tras el primer paso al frente en común, las posiciones se enconan. Fotos oficiales cariacontecidas en la Copa Davis y silencios en ruedas de prensa. Nadie escapa a la situación. Las dos partes conviven en los Juegos y en la Davis. Y en esas están cuando llega Estados Unidos; cuando se llenan Las Ventas y Andy Roddick se dice dispuesto a salir por la puerta grande.

La tensión vuelve a estallar. Roddick deja su primer partido insultando al juez de silla. Considera que el público ha influido en el resultado. Nadal vuelve aliviado al hotel, todo apunta a que el asunto se resolverá en dobles, lo que le evitará el sobreesfuerzo de otro partido. Las previsiones fallan y se desatan las alarmas. Hay dudas sobre su estado físico. La clasificación para la final de la Davis, en el aire. Y en esas, Nadal que gana a Roddick como un ciclón. El equipo que se siente reivindicado por la gestión de la crisis. La hazaña queda lista. El germen de lo que nació en Lima queda a punto para el estallido de Mar del Plata, pese a no estar Nadal y la derrota de Ferrer. Fue en Argentina, y el triunfo llegó con olor a venganza. Revancha de Feliciano López. Para Verdasco, desagravio del hombre de naranja.

El equipo español de tenis mantea a su capitán, Emilio Sánchez Vicario, tras ganar la Davis.
El equipo español de tenis mantea a su capitán, Emilio Sánchez Vicario, tras ganar la Davis.AFP

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