_
_
_
_
TENIS | COPA DAVIS

Feliciano López nivela la final

El toledano vence a Del Potro (4-6, 7-6, 7-6 y 6-3) y empata la final la final de la Copa Davis, tras la derrota de Ferrer ante Nalbandian

Un gran Feliciano López, que se sobrepuso a un ambiente adverso y que venció a Juan Martín del Potro, mantiene a España en el límite de sus aspiraciones de lograr por tercera vez la Copa Davis, al dejar la primera jornada de la final contra Argentina en Mar del Plata con empate 1-1. En una atmósfera puramente futbolística, con 9.400 incansables aficionados gritando a favor de Argentina, frente a unos 400 españoles, David Nalbandian adelantó primero a su equipo al demoler a David Ferrer por 6-3, 6-2 y 6-3 en una hora y 59 minutos, y luego Feliciano López restableció la igualdad al superar a Del Potro, por 4-6, 7-6 (2), 7-6 (4), 6-3, en tres horas y 19 minutos.

La jornada comenzó con tintes patrióticos, con la cantante Soledad Pastorutti entonando el himno nacional argentino en la pista del Polideportivo Islas Malvinas, donde la banda del Área Naval Atlántica, dirigida por suboficial mayor Matías Raúl mostró sus impolutos uniformes blancos. Mientras, en la grada principal, tres de las glorias más importantes del tenis argentino, Guillermo Vilas, Gabriela Sabatini y Gastón Gaudio, todos ellos ganadores de títulos de Grand Slam, se aprestaban al inicio de una contienda en la que Argentina tiene la primera oportunidad de ganar el trofeo en casa, después de dos intentonas fallidas como visitante.

Lissavetzky, secretario de Estado Para el Deporte, presenció los dos encuentros y como el resto del público terminó por rendirse al gran juego desplegado por Feliciano, elegido por el capitán Emilio Sánchez Vicario para ser el número dos del equipo español. Y el toledano no defraudó a su capitán, a pesar de los 24 saques directos de "Delpo", uno de ellos a 228 kilómetros por hora. "Feli", que acabó con 17, falló en el primer set cuando vio su saque quebrado en el quinto juego (3-2) pero tuvo la sangre fría de aguantar el empuje de "Delpo", apoyarse en su saque y volea como nunca, fiel a su típico esquema de juego, y dibujar con el revés cortado ángulos y más ángulos para desequilibrar los 198 centímetros de su rival.

Fue en los dos desempates donde Feliciano basó su victoria. El primero lo dominó con gran autoridad, y en el segundo superó una desventaja de 2-4 para alzarse con 7-5. "Delpo", ya con dos sets a uno abajo, siguió corriendo, pero su tremendo esfuerzo este año, con cuatro títulos y su participación en la Copa Masters de Shanghai como premio, le pasó factura después. Acababa de recuperar un saque perdido cuando el jugador de Tandil sufrió un tirón en el abductor derecho al comienzo del sexto juego del cuarto parcial, un serio aviso, en un momento crítico. Parecía que iba a retirarse pero tras ser tratado en la pista decidió continuar, mermado eso sí, y ya en las garras de Feliciano que no desaprovechó la oportunidad.

Antes, la inconsistencia con su servicio, y en general con todo su juego, hundió a David Ferrer en menos de dos horas, tiempo en el número doce del mundo no supo encontrar respuesta, ni siquiera imponer algo más de ritmo ante Nalbandian. Ferrer se encontró con el público más caliente del Estadio. Algo lógico porque adelantar a uno de los dos países era vital, y tuvo que soportar un coro de voces, gritos y jolgorio, que aunque no le incomodaron en exceso, pudo con él.

"Vamos, Vamos Argentina", "El que no salte no es español", "A esos putos les vamos a ganar", o más adentrado el encuentro, "Se cagó Rafa, se cagó" en broma por la ausencia de Rafael Nadal, los 9.500 aficionados argentinos ahogaron con su aliento a los 200 españoles que se atrevían a levantar su voz e intentar que Ferrer se animase. Pero el de Jávea no tuvo su día. Acogotado con su servicio, fallón con la derecha, sin rumbo, patoso como él mismo se describió, en un estado de ansiedad que se percibe, y que él mismo admite, se hundió irremisiblemente, con sus conocidos enfados y discusiones consigo mismo. Ferrer perdió su saque en siete ocasiones. Nunca pudo ir por delante, ni siquiera en los momentos en los que Nalbandian sufrió un pequeño bache en el segundo parcial, cuando de repente envió varias bolas fuera sin control. Pero el de Jávea no está ahora con la mente preparada, con la seguridad de hace un año. "Llevo varios meses que no gano un partido", razonó tras su derrota, y ese lastre quedó patente en la pista.

Excepto ese bache del segundo parcial y sus dos dobles faltas seguidas en el quinto jugo, Nalbandian jugó un partido casi perfecto. Controlando el tempo, jugando a la contra de forma excepcional y con un servicio casi inabordable, (siete directos) que solo perdió dos veces. Tuvo la frialdad de sacar de forma primorosa en el último juego del partido con tres "aces" y un punto de servicio. La mejor forma de demostrar que está perfecto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_