Cisma salva al Numancia en el descuento

El Numancia consiguió la segunda victoria de la temporada en un partido espantoso en los noventa minutos habituales y excepcionalmente vibrante en el descuento, el tiempo en el que el Racing empató de penalti y el Numancia marcó en la última jugada del partido.

El equipo soriano salió al campo lleno de cambios en los nombres y en las líneas, empujado por la situación en la clasificación, último, por una racha de cuatro partidos sin hacer un gol y por que el recuerdo de los buenos partidos contra el Barcelona y el Madrid comenzaba a apagarse. Dos delanteros, Goiria y Antón, un enganche, Moreno, solo un pivote, Nagore. Del jaleo inicial salió el Numancia porque a día de hoy el Racing es poca amenaza y porque mediada la primera parte apareció Álvaro Antón en la derecha, soltó un zapatazo escorado a medio camino entre el disparo y el centro y Barkero solo necesitó empujar el balón rechazado del portero. El tanto aclaró las dudas del Numancia y multiplicó las del Racing. Muñiz había probado con el músculo de Juanjo en la delantera, pero el problema estaba más atrás, en el sitio donde se piensa el fútbol, porque no había quien lo hiciese y quien podía hacerlo, Colsa, no tenía ningún apoyo en medio de la presión a todo campo del Numancia.

Muñiz volvió a cambiar el guión en el descanso. Tchité sustituyó a Juanjo, Munitis a Serrano, y quien más lo agradeció fue Colsa, porque el medio centro, con apoyos, con opciones en las bandas, se convirtió en referencia para todo, para defender, para sacar el balón desde la defensa, incluso para terminar las jugadas en el área. El partido se agitaba, pero todo lo importante quedó para los últimos minutos del descuento. Pereira cayó en el área, el árbitro pitó el penalti y Tchité lo transformó. El Racing salvaba un punto, solo quedaba aplicarse en la última jugada, una falta frontal desde el centro del campo, pero el Numancia echó mano de la fe inquebrantable y Cisma recogió el balón rechazado y devolvió la victoria al Numancia.