El Espanyol se despierta del sueño europeo
Los locales atosigan a los catalanes y agravan la crisis de resultados del cuadro blanquiazul
El Racing ha vuelto a asaltar los lugares de la Liga de Campeones, ya que se encuentra empatado a puntos con el cuarto, Atlético de Madrid, merced a un sensacional triunfo obtenido en Barcelona, donde derrotó al Espanyol por 0-3. El equipo de Marcelino García volvió a ofrecer una imagen impecable de su sello futbolístico: lucha, pundonor y constancia en todas las líneas, y dos jugadores en punta (Munitis y Tchité) que lo pelearon todo y que acostumbran a sacar gran provecho de su trabajo.
Frente a ellos, un Espanyol venido a menos, sumido en una grave crisis de resultados, y no sólo por el 4-0 encajado la semana anterior contra el Murcia, sino porque con el tropiezo ante el Racing suma la novena victoria en los doce últimos partidos. La caída del Espanyol parece imparable desde hace meses. El conjunto que entrena Ernesto Valverde no anduvo fino desde el primer minuto, ya que no encontró líneas de pase con sus dos hombres de ataque (Luis García y Tamudo), mientras que en la pugna por el centro del campo, Duscher y Colsa, en el doble pivote, junto a Jorge López y Serrano, le robaron todo el protagonismo a sus rivales.
Al Racing no le costaba mucho enlazar con el ataque y producto de esta velocidad y decisión las ocasiones de gol ante Carlos Kameni no tardaron en llegar, aunque en el minuto 10 había sido el Espanyol, mediante Corominas, que tuvo una buena oportunidad para desnivelar el marcador.
El primer tanto llegó en el minuto 15, después de un disparo de Tchité que Kameni despejó y el balón cayó en la zona de Serrano, quien de volea envió el balón al fondo de las mallas (0-1). Serrano, ex españolista, había sido abucheado constantemente por su anterior afición pero se sacó la presión marcando un gol y volviendo loco a su marcador, el argentino Pablo Zabaleta.
Nueve minutos después, Munitis también sacó beneficio de otro rechace de Kameni y marcó el segundo tanto del Racing (0-2). Los silbidos se intensificaron en Montjuïc, ya que con ellos la afición manifestaba que la ilusión de la Champions y de la próxima Copa de la UEFA se estaba diluyendo por la ineficacia de sus jugadores. El Espanyol logró conectarse en el tramo final de la primera parte, pero sólo una clarísima acción de Tamudo, tras una jugada en solitario de Coro, pudo haber propiciado que el marcador se moviese. En el minuto 39, el árbitro anuló un gol a Tamudo por falta de éste a Moratón.
En la segunda parte, el Racing puso el temple y cerró los espacios para desespero del Espanyol, que no sólo no acertaba a llevar el balón a la meta de Toño, sino que sus descuidos en defensa propiciaron contragolpes que pudieron ser letales. En uno de ellos, Munitis se encontró en el minuto 55 sólo con Kameni y el balón acabó repelido por el poste. El Espanyol, que había tenido una buena opción en el 51 con un intento de vaselina de Moisés, en el 60 un mano a mano entre Tamudo y Toño acabó con el balón por las nubes.
Valverde movió el banquillo y entraron Jonathan y Riera pero ni con éstas el conjunto barcelonés impuso su ritmo, mientras que el Racing se mantenía inalterable: control de posiciones y contragolpes. En uno de ellos, Kameni en el 70 cometió un penalti a Munitis, que no señaló el árbitro. El jugador debió ser sustituido, producto de la entrada. Duscher, en el minuto 90, lanzó un nuevo balón a la madera e Iván Bolado, de rabona, resolvió en gol (3-0) un nuevo barullo en el área españolista, cuando se estaba jugando el tiempo de añadido.
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