La 'antivelina' que ganó a Papi
Debora Serracchiani es la revelación de la izquierda italiana
Las elecciones europeas han certificado el ascenso general de la derecha en la UE. En Italia, como suele suceder, el silogismo implica matices. Ganó el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi, pero por 10 puntos menos de lo esperado. Y perdió el Partido Democrático (PD), que en la derrota ha encontrado una alegría que muchos temen, la indiscutible victoria personal de Debora Serracchiani, su candidata de Udine.
La abogada romana, de 38 años, que en marzo se convirtió en la estrella emergente del PD gracias al revuelo que formó su potente discurso ante los círculos regionales, ha superado en votos en la región de Friuli Venezia Giulia a los demás candidatos, ya fueran amigos o adversarios. En su blog, que ha sido su principal arma de campaña, la candidata saludó su victoria con este comentario escueto: "¡He ganado a Papi!".
Nacida en Internet, ha logrado combatir la parálisis de la izquierda
Luego se conocieron los datos definitivos. Serracchiani obtuvo 144.342 votos en la circunscripción del noreste, perdiendo contra Berlusconi, pero superando al líder de la Liga del Norte, Umberto Bossi, que fue tercero con 138.053 sufragios. A nivel regional, en cambio, Debora Serracchiani obtuvo 74.018 votos, contra los 64.334 de Berlusconi en Friuli Venecia Julia.
La novedad del fenómeno Serracchiani, dejando aparte su imagen de jovencita ingenua y con flequillo, tiene elementos de fábula obamiana: surgiendo de la periferia y el anonimato, ha logrado combatir la parálisis de su propio partido y se ha impuesto en la muy machista y televisiva campaña italiana usando sobre todo el arma de Internet y sin contar con el apoyo material del aparato. Con un comité electoral formado por 18 voluntarios, el nuevo talento de la izquierda italiana redactó y envió por e-mail durante la campaña una carta titulada Primavera democrática, que recorrió la próspera región casa por casa, empresa a empresa.
Los candidatos del propio Partido Democrático salieron también malparados respecto a ella. La cabeza de lista femenina superó en su colegio electoral los 99.726 votos de Vittorio Prodi, hermano del ex primer ministro Romano Prodi, y los 81.197 de Luigi Berlinguer, cabeza de lista masculino y primo del histórico líder comunista Enrico Berlinguer. Y eso que en las europeas hay que escribir el nombre de los candidatos en la papeleta.
Ahora muchos esperan, y algunos dentro del partido temen, que Serracchiani sea más que una simple eurodiputada. Con el congreso del partido previsto para otoño, se dice que Primavera democrática podría convertirse en el título de una ponencia crítica, o incluso en una corriente joven que aspire a la secretaría general.
Serracchiani lo niega. "Mi idea es hacer trabajo parlamentario en Bruselas y Estrasburgo, pero no voy a abandonar el PD y seguiré viniendo a Italia y aportando cosas al partido". En cualquier caso, añade, los electores han lanzado en las urnas un mensaje claro: "Quieren la renovación del PD, tienen ganas de que seamos una alternativa clara de gobierno. Nos han dado su confianza otra vez, aunque veníamos de una derrota clara el año pasado", explica. Y lanza una idea: "Disgusta que los partidos de izquierda no se juntaran antes de las elecciones".
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