Delanteros sin gol
La falta de puntería bloquea al Villarreal, que firma su peor arranque y cuestiona a Valverde
"Tenemos que ganar muchos partidos y, además, jugando bien", escuchó reiteradamente Ernesto Valverde en sus primeros días como entrenador del Villarreal de boca del presidente, Fernando Roig. "Es más fácil que los triunfos lleguen a través del buen juego", repitió una y otra vez Manuel Pellegrini durante sus cinco años en El Madrigal. Han pasado seis jornadas de Liga y el equipo castellonense ha perdido finura y criterio. Y, lo que es peor, no ha ganado todavía. ¿Qué se está haciendo mal?, se preguntan todos en El Madrigal, el primero Roig, a pesar de que rebaje ahora las expectativas diciendo que la salvación es el principal objetivo. Falsa modestia para un club con 72 millones de euros de presupuesto, el sexto con más poder económico.
Es el segundo equipo que más centra al área y el tercero en posesión de balón
Nadie encuentra una explicación clara. Quizá la mala suerte en determinados momentos en los que el Villarreal mereció más, como ante el Mallorca (1-1), el Deportivo (1-0) o el Espanyol (0-0), lo que ha derivado en ansiedad. "Es increíble este club", dijo Valverde al escuchar las palabras de ánimo de Roig tras el partido con los espanyolistas. "Hay que esperar un poco más y sacar conclusiones tras el duelo contra el Tenerife", dijo ayer Pirès sobre el hipotético despido de Valverde. El medio francés da un margen de dos encuentros. Una derrota ante el Xerez en la próxima jornada tal vez precipitaría los acontecimientos a pesar de la paciencia de Roig.
El mejor Villarreal de la historia, según Roig, ha firmado el peor arranque de Liga en Primera con tres derrotas y tres empates. Si la comparación se establece con los inicios de temporada en la etapa Pellegrini, se afea aún más el comienzo de Valverde. El curso pasado, a estas alturas, el Villarreal contaba con cinco victorias y sólo había cedido un empate. En la anterior, los amarillos habían sufrido una derrota y ganado las cinco citas restantes. Dos triunfos, dos igualadas y dos derrotas sumó el Villarreal en la campaña 2006-07 e idénticos registros en la anterior. La 2004-05, la del estreno de Pellegrini en Europa, fue la peor con el chileno: una victoria, tres empates y dos derrotas. Roig mantuvo la paciencia y el equipo acabó tercero en la Liga y se clasificó por primera vez para la Champions.
Las estadísticas apuntan a la falta de gol como el culpable principal de la situación que atraviesa el Villarreal. Cuatro tantos ha marcado en seis jornadas, siendo el tercer equipo con peores registros anotadores, por detrás del Tenerife (tres) y el Xerez (uno).
Las miradas inquisitorias se dirigen a lo negados que están los delanteros. Sólo Rossi, internacional italiano, ha conseguido anotar un gol. Los otros tres han sido obra de los centrocampistas Cazorla (dos) y Cani (uno). Nilmar, el segundo delantero de Brasil, por el que el Villarreal pagó 12 millones, no se ha estrenado en la Liga, al igual que Llorente y Jonathan Pereira, que ha jugado poco. Cuatro buenos delanteros atascados. La puntería es lo que falla, ya que el Villarreal tan sólo ha anotado un 5% de sus 80 remates, 35 de ellos entre los tres palos.
Paradójico resulta también que sea el segundo conjunto que más centros al área contraria realiza (195). También es, con 126 faltas, al que más castigan los contrarios, consecuencia de ser el tercero con más minutos de posesión del balón. En esto último difiere poco de la época de Pellegrini. Lo que le diferencia es la escasa productividad que extrae de ella.
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