"Hemos arriesgado mucho"

Hacía seis meses que estaba trabajando en su proyecto, pero lo hizo siempre de una forma discreta. Adrián Campos no quería llamar la atención, pero no dejaba de moverse. Mantuvo entrevistas con Max Mosley, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), y con Bernie Ecclestone, responsable de la fórmula 1, y comprendió que ambos querían recuperar el espíritu que movió las raíces de ésta, es decir, recuperar las escuderías. El pasado viernes obtuvo su premio: la FIA le incluyó en la lista de la parrilla del Mundial de 2010. Será el primer equipo español en esta categoría desde que Emilio de Villota compitiera en 1977 en unas condiciones precarias.

"Algunas veces me desmoralizaba al ver que en mi país nadie me hacía caso", reconoció ayer Campos, que pilotó en F-1 dos años con Minardi (1987 y 1988) y fue 14º en el Gran Premio de España en 1987; "sin embargo, cuando veía algunas cosas que se decían, sonreía y seguía trabajando". Cuando presentó su inscripción, Campos tenía ya consolidada toda la estructura de su escudería y el chasis de su coche listo para el túnel de viento.

"Algunas veces me desmoralizaba al ver que en mi país nadie me hacía caso"

Todos los socios tendrán un papel importante en el equipo. El constructor José Ramón Carabante asumirá la presidencia de la sociedad y asegurará la viabilidad económica del proyecto; Campos -tuvo equipos en las World Series, GP2 y F-3- será el director general; el italiano Danielle Audetto -Arrows y SuperAguri- será el coordinador general; Pier Paolo Dallara -uno de los constructores de chasis más importantes del mundo- ocupará el cargo de director técnico, y Meta 1 -trae de la mano como socios a Pau Gasol y Jorge Garbajosa- tendrá la responsabilidad comercial.

"Creo que la FIA valoró el trabajo bien hecho", explica Campos; "antes de que apareciera la lista de elegidos, llevábamos gastados ya más de 10 millones de euros". Cuando Campos planteó el proyecto a Dallara, la prestigiosa firma italiana se puso en marcha. Dedicó 20 personas al desarrollo del coche. Trabajaron junto a otras 20 financiadas por Campos.

"Arriesgamos mucho. En febrero decidimos diseñar el coche. Y Dallara se mostró tan ilusionado como yo. Comenzamos a coordinar el trabajo, a diseñar y mejorar el chasis y ahora entrará ya en el túnel de viento", explica Campos. Dallara tiene dos túneles en su sede de Parma (Italia), uno de los cuales está trabajando ahora para Ferrari. Además, construye 200 monoplazas anuales para las marcas más importantes (Bugatti, Ferrari, Audi), aunque hace bastantes años que está alejada de la F-1. El diseño del coche lo dejó en manos de Peter Prodromou, que trabajó con Adrian Newey en Red Bull.

El nuevo coche se llamará Campos-Dallara. La sede del equipo estará inicialmente en Valencia, en los cuarteles generales de Campos. Sin embargo, está previsto edificar una nueva instalación en España, probablemente en Cartagena, que emplearía a unas 200 personas.

"Correremos con motores Cosworth. Las actuales previsiones nos permitirían disponer de 2.000 revoluciones por minuto más que los coches de los equipos que no aceptan el límite presupuestario, pero eso nos obligaría también a tener un depósito 20 litros más grande. Al final, creo que todos correremos con normas muy parecidas y puede que tengamos ventajas muy pequeñas", comenta Campos.

La financiación asegura que está cubierta por los mismos socios, pero que mantienen un tope presupuestario anual de 40 millones de euros. Para ello, prevén unas vías de ingresos que cubrirían el presupuesto básico: 15 millones procedentes de la FOM y otros 35 de derechos de imagen si están entre los 10 primeros equipos de la parrilla.

"Éste es nuestro objetivo prioritario. No pensamos en ganar carreras, sino en estar entre los 10 mejores. Y creo que somos capaces de conseguirlo", afirma Campos.

Un objetivo que espera dejar en manos de Pedro Martínez de la Rosa o de Marc Gené, los dos únicos españoles, además de Fernando Alonso, vinculados a la F-1 como ex pilotos y actuales pilotos de pruebas de McLaren y Ferrari respectivamente. Vitaly Petrov o Sergio Pérez, ambos en la GP2, podrían disponer del segundo volante.