El tabaco y los carburantes disparan los precios y agudizan la pérdida de poder adquisitivo
El adelanto del IPCA del último mes de 2010 arroja un aumento de la inflación del 2,9% y volverá a subir tras la subida de la luz de enero
La economía española sigue sin crecer y el consumo no logra despegar, pero esto no ha impedido que los precios se hayan disparado en 2010, lo que agudiza la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y pone más trabas a la ya de por sí lenta recuperación. Según el adelanto del Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), la inflación medida en términos homogéneos con el resto de la UE subió siete décimas en diciembre y cerró el año en el 2,9%, su nivel más alto desde octubre de 2008, al mismo tiempo que se congelan las pensiones y suben los costes de los servicios básicos.
La causa de este repunte, tal y como apunta el Instituto Nacional de Estadística, han sido la subida del tabaco por el alza de los impuestos acordada por el Gobierno a principios de diciembre y la evolución al alza de los carburantes, ya que el petróleo rebasó durante el pasado mes por primera vez en dos años los 90 dólares por barril.
El dato de diciembre es importante porque sirve para actualizar los sueldos de aquellos trabajadores con cláusula de revisión salarial en su convenio. No obstante, esta figura se ha reducido en los últimos meses. Según datos del departamento que dirige Valeriano Gómez, apenas un 32% de los convenios registrados en el Ministerio de Trabajo hasta noviembre de 2010 la contenían cuando en 2009 la relación era del 50%. En función del número de trabajadores que se ven afectados por convenios firmados entre enero y noviembre y que mantienen la cláusula de salvaguarda, el porcentaje se eleva al 45%. El resto de estos asalariados se las tendrá que apañar con el aumento del 1,29% de media pactado en los convenios firmados hasta ese mes. De cerrar el año en este nivel, que no llega ni a la mitad de lo que ha subido la inflación en el mismo periodo, supondría su menor aumento desde 1995.
Tal y como recomendaba el acuerdo interconfederal de negociación colectiva para el periodo 2010-2012 firmado a finales de 2009 entre patronal y sindicatos, los sueldos deberían subir entre el 1% y el 2% en 2011, y entre el 1,5% y el 2,5% en 2012. Hace poco más de un año, cuando cerraron el acuerdo, los representantes de los trabajadores se comprometieron a mantener la contención salarial en favor del mantenimiento del empleo con vistas a superar el deterioro económico. Por los mismos motivos se pactó que la cláusula de revisión salarial se aplicase a final del ciclo y se incluyó la posibilidad de que las empresas se acojan a la cláusula de descuelgue (o de inaplicación de la revisión en base al IPC) en caso de que acrediten dificultades para hacer efectiva la subida de sueldo pactada.
Tendencia al alza del petróleo
Con vistas al futuro, los precios seguirán al alza en los próximos meses por el persistente encarecimiento del crudo, ya que no se dan las condiciones para un cambio en su tendencia y la OPEP ya ha advertido de que considera que un precio de 100 dólares por barril es adecuado. A su vez, tal y como ha pasado con la luz, su subida acabará incidiendo en otros de los apartados que el INE utiliza para medir los precios y no solo en el de los transportes. Para empezar y si las rebajas no lo impiden, el dato de enero subirá tras el incremento del 9,8% en la tarifa que pagan la mayoría de usuarios y el alza por encima del 3% del gas natural, que caen dentro del apartado de vivienda.
De coincidir el dato de hoy con la inflación general (IPC) que se conocerá el 14 de enero, supondría un aumento de seis décimas en la evolución de los precios de la cesta de la compra. El Gobierno esperaba que la inflación siguiera por encima del 2% en los próximos meses tras cerrar noviembre en el 2,3%. Eso sí, ya ha advertido de que las principales variaciones que están por llegar en los próximos meses vendrán de la mano de los componentes menos estables del IPC, como la energía o los alimentos. Por este motivo, habrá que estar pendientes del dato de la llamada inflación subyacente, que mide la variación de los precios sin tener en cuenta estos apartados, para evaluar el aumento real en el coste de la vida. Asimismo, por lo que respecta a su impacto en la recuperación económica, un alza persistente de los precios podría afectar negativamente al todavía débil consumo de las familias.
El IPC armonizado, que sirve después a Eurostat para incorporarlo al cálculo del índice de inflación en la Unión Europea, proporciona un avance de cómo evolucionaron los precios en España durante el mes de diciembre. Su publicación responde a la política de Eurostat y del Banco Central Europeo de ofrecer datos equiparables en tiempo y calidad a los producidos en Estados Unidos. El INE recuerda que la información que proporciona el adelanto solo sirve de orientación, por lo que no tiene que coincidir necesariamente con el dato definitivo.
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