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Los mediadores financieros intentarán reanimar el crédito a partir de enero

El ICO intercederá entre la banca y empresas que facturen hasta 50 millones - El Gobierno pretende facilitar 200.000 préstamos inferiores a dos millones

Lluís Pellicer

Las empresas que vean rechazadas sus solicitudes de crédito tendrán en enero una segunda oportunidad. El Gobierno, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), tratará de captar crédito de los bancos y cajas para las pymes a través de la nueva figura del facilitador financiero. Este sistema de mediación, que se basa en una plataforma tecnológica y un nutrido grupo de analistas, buscará capital para inversiones y circulante que necesiten autónomos y sociedades que cuenten con menos de 250 trabajadores y que facturen un máximo de 50 millones de euros anuales.

El ICO prevé tener a punto el sistema informático y el personal necesario a finales de diciembre e ir cerrando convenios con varias entidades financieras. Aunque el organismo todavía trabaja en el texto de estos convenios, ya ha entablado conversaciones con varios bancos y cajas. De momento, ha recibido una respuesta favorable de la mayoría, según fuentes del organismo. La empresa podrá elegir la entidad financiera de la que quiere recibir el crédito entre la lista que le ofrezca el Instituto de Crédito Oficial.

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Las restricciones crediticias siguen poniendo en jaque a las pymes, que adolecen de retrasos en el pago de sus clientes y requieren de capital para seguir con sus inversiones y atender el día a día. El Gobierno quiere desembozar el canal del crédito, empujando a los bancos a prestar y a usar las líneas de financiación del ICO. La ministra de Economía, Elena Salgado, avanzó en octubre la creación de esta figura, que ya existe en otros países como Francia o Bélgica. Pero, a diferencia de estos países, el ICO intervendrá cuando la empresa se haya topado ya con el rechazo de su entidad financiera.

El empresario podrá hacer su solicitud a través de una "extranet" que ya está ultimando el ICO. "La empresa deberá introducir los datos necesarios para elaborar un expediente sobre su estado y acerca de la solicitud rechazada. Este sistema de recogida de información nos permitirá tener una imagen del autónomo o la compañía, pero también de los sectores y las características y necesidades de crédito", explica el presidente del ICO, Josep Maria Ayala. El Ministerio de Economía estima que se gestionarán alrededor de 200.000 solicitudes para operaciones que no podrán superar los dos millones de crédito.

El segundo paso del facilitador financiero será el de determinar la viabilidad de todas las operaciones. De este examen se encargará una central de análisis de riesgo formada por varios asesores, entre ellos prejubilados que tengan experiencia en el sector de la banca. "Se contratará el servicio de personas que estén especializadas en el riesgo de mercado", señala Ayala.

El equipo estará integrado por unas 70 personas, aunque el presidente del organismo matiza que las necesidades de personal "se irán viendo" a medida que se vaya implantando el sistema. De cualquier modo, este equipo de seniors es un primer filtro para mandar a las cajas y bancos solicitudes que en un mercado crediticio normalizado serían aceptadas sin demasiados inconvenientes.

De forma paralela, el ICO también está perfilando un servicio de atención telefónica gratuito -a través de una línea 900- para atender a las empresas solicitantes, que también podrán acudir a los puntos de atención de las cámaras de comercio de cada territorio.

El ICO espera que la mayoría de las empresas que usen la figura del facilitador sean sobre todo pequeñas. Para beneficiarse de esta medida, además de una plantilla máxima de 250 empleados y una facturación de 50 millones, los activos de la empresa no podrán ser superiores a 43 millones. "Nos centraremos en la banda baja, que son las solicitudes que ahora ya están resultando más complicadas", apunta Ayala.

La vicepresidenta Salgado explicó la semana pasada que los bancos y cajas que acepten la figura del facilitador "verán recompensada su actuación mediante condiciones especiales" en sus relaciones con el ICO, aunque no precisó cuáles serán estas ventajas. Ayala sostiene que, de entrada, podrán establecer contactos con nuevos clientes. Y es que la decisión final seguirá estando en manos de las entidades financieras, que serán quienes en última instancia acepten o rechacen financiar un proyecto.

El proyecto del facilitador financiero estará terminado a finales de diciembre, según prevé el ICO. Esta nueva figura echará a andar en enero de 2010 con una prueba piloto en varias zonas, aunque será a finales de ese mes o en febrero cuando puedan beneficiarse de él todas las pymes españolas.

Sucursal de una entidad de crédito en Barcelona.
Sucursal de una entidad de crédito en Barcelona.CARMEN SECANELLA

El éxito de la experiencia francesa

El Gobierno francés ya lleva cerca de un año empleando la figura del "mediador de crédito", con unos resultados que empezaron siendo muy prometedores. A pesar de que en los últimos meses la medida ha perdido fuelle, el Ejecutivo ha decidido prorrogar hasta 2010 esta figura, que en principio se planteó con este año como fecha de caducidad.

La oficina del mediador francés tramita cada semana alrededor de 300 expedientes, con una tasa de éxito que, según el Ministerio de Economía, que dirige Christine Lagarde, se sitúa en el 64%. De hecho, a comienzos de año entre el 70% y el 80% de las sociedades conseguían su objetivo, mientras que en octubre esta proporción descendió al 58%.

El ministerio calcula que la medida ha permitido salvar más de 8.000 sociedades, desbloquear 1.680 millones de euros en crédito y preservar 160.615 empleos. La mayoría de las empresas que recurren a este sistema tienen entre 10 y 50 trabajadores, aunque en Francia también pueden usar este servicio las grandes corporaciones.

El presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Josep Maria Ayala, explica que el mediador francés interviene desde el principio del proceso, sin esperar al primer rechazo de las entidades financieras. Se trata de una estructura más compleja, vinculada al Banco de Francia, y con la vocación de ser una ventanilla al ciudadano.

Ayala sostiene que el ICO pretende agilizar ese proceso, centrándose en las empresas con dificultades y valiéndose de una plataforma tecnológica para reducir plazos.

Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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