El crecimiento de China echa el freno, pero no lo suficiente
El PIB del gigante asiático modera su ritmo de avance aunque sigue por encima de los dos dígitos con una preocupante inflación cercana al 8%
Mientras medio mundo pelea por reactivar sus respectivas economías y superar el impacto de las sucesivas crisis financieras acaecidas en las principales potencias desde el pasado verano, China no consigue frena todo lo que quisiera su crecimiento, que ha moderado su ritmo de avance durante el primer semestre del año aunque, una vez más, sigue sobre los dos dígitos con un 10,4%; mientras la inflación, una de las máximas preocupaciones del Gobierno, alcanzó el 7,9%.
Según datos anunciados hoy por el Buró Nacional de Estadísticas, el Producto Interior Bruto (PIB) sumó 1,9 billones de dólares (1,2 billones de euros) en los seis primeros meses del año, aunque su crecimiento fue 1,8 puntos inferior al del mismo periodo del 2007.
"La desaceleración del crecimiento indica que la política macroeconómica del Gobierno para evitar un sobrecalentamiento económico ha dado sus frutos", dijo en una rueda de prensa Yao Jingyuan, economista jefe del Buró, citado por la prensa estatal. Otros expertos oficiales estimaron, sin embargo, que el aumento sigue siendo demasiado rápido.
"Creo que una tasa del 8% (objetivo del Gobierno para este año) es la adecuada y a mi juicio superar el 10% no se ajusta a un desarrollo sostenible", ha dicho hoy Mei Xin Yu, investigador de la Academia de Economía del Ministerio de Comercio.
Sea como fuere, un cierto enfriamiento económico da argumentos a quienes abogan por desacelerar la apreciación del yuan -cuyo valor frente al dólar se ha incrementado en torno al 7% este año- a fin de animar las exportaciones, que no han hecho más que decrecer en los últimos meses obligando a cerrar un sinfín de fábricas.
"Muchos posibles clientes nos preguntan por los precios, pero se van tras comprobar que están subiendo cada vez más", ha dicho al diario China Daily Xue Kun, director de la empresa de comercio internacional Hengtai Yuansheng. Según ha declarado Mei, el comercio "está corriendo riesgos" debido a una apreciación del yuan que es ya "demasiado alta".
Pero pese a las quejas, el Gobierno chino está ahora más preocupado por atajar la imparable inflación, que fue del 7,9% en los primeros seis meses tras el 7,1% alcanzado en junio, inferior no obstante al 7,7% de mayo.
"Sí consiguió bajar en los últimos meses la inflación pero se debe al control artificial de los precios de productos como el petróleo y la electricidad (en medio de la subida de los precios mundiales)", ha advertido Mei.
Posible desencadenante de inestabilidad social de acuerdo con el Gobierno, la inflación fue citada por el primer ministro Wen Jiabao como la principal preocupación del país en un momento tan significativo como el terremoto del pasado mayo, que dejó casi 90.000 muertos.
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