El coste del caos aéreo supera la mitad de las pérdidas previstas para 2010

La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) ha echado cuentas y ha llegado a la conclusión de que la paralización del tráfico en el norte y centro de Europa durante los últimos seis días costará al sector 1.700 millones de dólares (1.265 millones de euros). Esta cifra equivale a más de la mitad de las pérdidas esperadas para todo 2010, un 60,7%, o un 0,44% de su facturación prevista para todo el ejercicio, que asciende a 522.000 millones de dólares (388.500 millones de euros). Por lo que respecta a España, a la espera de que Iberia saque la calculadora, las empresas turísticas cifran las pérdidas causadas por el caos en 252 millones.

Según afirma la organización en un comunicado, los peores días de la crisis tuvieron lugar entre el sábado y el lunes, cuando las aerolíneas dejaron de ingresar unos 400 millones de dólares (297 millones de euros) al día. A esta cifra se llega sumando el coste de las cancelaciones de los billetes -que corren a cargo de las propias compañías-, el coste de los permisos de vuelo no utilizados, las diferentes tasas aeroportuarias y de navegación y la factura de atender a los millones de clientes que se han quedado atrapados en los aeropuertos de todo el mundo. Por el contrario, hay que restarles algunas partidas que se han ahorrado, como la de combustible, que por culpa de la paralización del tráfico se ha reducido en 110 millones de dólares (82 millones de euros) diarios si se compara con una jornada normal.

A medida que el transporte aéreo recupera la normalidad con la reapertura de buena parte de los aeropuertos afectados por las cenizas del volcán islandés en erupción, llega la hora de sacar conclusiones y poner la venda. "Para una industria que perdió 9.400 millones de dólares (6.970 millones de euros) durante el último año y que prevé seguir en números rojos en 2010 con otros 2.800 millones (2.084 millones de euros), la crisis es devastadora", afirma el presidente de la IATA, Giovanni Bisignani, que reclama a las autoridades la puesta en marcha de un conjunto de medidas para paliar la situación.

Además, llueve sobre mojado, ya que lo que algunos han empezado a llamar la crisis de las cenizas ha afectado en mayor medida a las aerolíneas europeas, que son precisamente las que peores previsiones tienen con vistas al final de este 2010 con unas pérdidas de 2.200 millones de dólares (1.600 millones de euros). Un resultado que, de confirmarse, será el peor de la historia.