S&P amenaza con rebajar la nota de solvencia de Japón
El Gobierno responde que se esforzará por mantener la confianza en los bonos de deuda pública
La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's ha situado en perspectiva negativa la calidad crediticia de Japón, lo que abre la puerta a que la recorte en unos meses, ante el temor de que las consecuencias del terremoto del 11 de marzo compliquen aun más la situación fiscal del país. La deuda de Japón está calificada por S&P como AA-, la cuarta nota más alta en la escala de la agencia y que equivale a un notable bajo. Pero el anuncio que ha hecho hoy la agencia podría concluir con su caída al nivel inmediatamente inferior. Esto es, pasar de una calidad alta a, simplemente, buena.
Según argumenta la agencia, la necesidad por parte del Gobierno de elevar el gasto para sufragar las labores de reconstrucción del país y hacer frente al accidente nuclear de Fukushima aumentará la deuda pública, que ya es la más elevada del mundo al duplicar el volumen de su Producto Interior Bruto (PIB). S&P rebajó la nota de Japón en enero al actual AA- en su primer movimiento sobre la calidad crediticia del país desde 2002.
"El Gobierno se aferra a su línea básica de mantener la confianza en los bonos", ha declarado el jefe del Gabinete, Yukio Edano. "Se necesitan diversos enfoques a raíz del terremoto y del accidente nuclear", ha añadido Edano. La decisión, en este sentido, aumenta la presión contra el Gobierno de Naoto Kan, del que se espera que revele en breve sus planes para pagar la reconstrucción.
Según las cifras que maneja Standar & Poor's, devolver la normalidad a las ciudades y a las infraestructuras dañadas por el movimiento de tierras, que afectó en mayor medida la costa oeste del país y la zona norte, costará entre 20 y 50 billones de yenes (166.900 y 417.000 millones de euros), con una estimación base de 30 billones de yenes (250.250 millones de euros). Este desembolso elevará su deuda pública hasta el 145% de su PIB en 2013, cuando hasta el terremoto sus previsiones apuntaban al 137%, y al 160% en 2015. El déficit, por su parte, cerrará este ejercicio en el 11% y empezará a bajar a partir del siguiente hasta llegar al 7,4% en cuatro años.
"En ausencia de medidas para aumentar la recaudación, como subidas de impuestos, esperamos que el Gobierno central y las autoridades regionales soporten la mayor parte de estos costes, sumando un 2% adicional a nuestras previsiones de déficit público para este ejercicio y un 1% a las del año próximo, lo que mantendrá el desequilibrio presupuestario por encima del 8% del PIB hasta 2014, una año más de lo previsto anteriormente", ha explicado la agencia.
La advertencia de S&P, sin embargo, no se ha dejado notar en la Bolsa nipona, cuyo principal índice, el Nikkei, ha cerrado con un alza del 1,39% en línea con las subidas generalizadas en los parqués de referencia internacionales por los buenos resultados empresariales en EE UU. La moneda japonesa, el yen, ha perdido posiciones hasta los 81,79 yenes por cada dólar. Hace unos días, Moody's, otra de las agencias que junto a S&P y Fitch controlan el negocio de la calificación de riesgos, advirtió de que las consecuencias del seísmo aproxima el punto de no retorno para sus bonos en el mercado de deuda.
El FMI calcula que la catástrofe natural y el accidente en Fukushima dejarán al final un impacto equivalente a entre el 3% y el 5% del PIB japonés. Pero ese es el cálculo del daño, no el efecto sobre el crecimiento económico. El Fondo solo ha rebajado dos décimas su previsión de crecimiento de la economía nipona, del 1,6% que estimaba en enero al 1,4% actual. Además, es más optimista que otros pronósticos como el de la OCDE, que vaticinó la semana pasada una recaída en la recesión durante este año y considera incluso que el crecimiento japonés en 2012 ya será del 2,1% (tres décimas por encima de la última previsión).
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