Ordóñez admite que la reforma de las cajas avanza a "ritmo pausado"

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, considera que la reestructuración del sector de las cajas está "yendo a un ritmo relativamente pausado", aunque se ha mostrado confiado en que concluirá en el plazo previsto: el 30 de septiembre. Según ha explicado Fernández Ordóñez en la presentación del informe anual del organismo sobre el pasado 2010, este retraso se debe a que la estrategia seguida en España "no se ha limitado a una simple recapitalización mediante la inyección de recursos del contribuyente, sino que se ha propuesto acometer una transformación profunda y duradera del sector".

Otra causa de la demora, ha añadido el ex secretario de Estado, es que se ha dado a las cajas la posibilidad acometer voluntariamente su reestructuración, con lo que la opción de una intervención y posterior venta en el mercado queda reservada para aquellas entidades cuyos planes no sean viables o no se cumplan. También el hecho de haber dado prioridad a las iniciativas privadas "inevitablemente consume más tiempo que las nacionalizaciones utilizadas en otras latitudes", ha argumentado.

Desde que se puso en marcha el proceso con la puesta en marcha del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en 2009 y se aprobó la ley de reforma de las cajas en febrero de 2009, el sector ha visto como el número de entidades ha bajado de 45 a 18, los bancos y cajas "han reconocido y asumido" pérdidas en el valor de sus activos por 96.000 millones de euros (un 9% del PIB) y se han elevado los mínimos de capital, lo que ha llevado a algunas cajas y grupos de cajas a optar por salir a Bolsa para captar este capital adicional.

Según ha defendido Fernández Ordóñez, estos nuevos requisitos "son suficientes para asegurar la solidez del sistema bancario español, no solo en el escenario macroeconómico más probable, sino también en escenarios tensionados". Pese a ello, ha recordado, que algunos analistas consideraron que las necesidades de capital podrían ser mayores en el futuro, lo que debería confirmarse o desmentirse en las próximas pruebas de resistencia al sector.

Si ese fuera el caso y las entidades no pudiesen hacer frente a ellas ni recurriendo al mercado, ha destacado que el FROB aportaría los fondos adicionales necesarios. En este apartado se ha mostrado confiado en que "incluso en las previsiones más pesimistas acerca del futuro de la economía española apuntan a requerimientos de recursos públicos que supondrían incrementos modestos de la deuda pública española".

Además, el gobernador ha destacado el papel clave que ha tenido la transparencia a lo largo del proceso. "España ha publicado las pruebas de resistencia de todas las cajas y bancos cotizados, lo que, como es sabido, no ha hecho ningún otro país europeo" ha recordado antes de valorar que, gracias a ello, analistas y medios de todo el mundo disponen de la información necesaria para evaluar la situación de las pequeñas entidades españolas, algo que no es posible hacer en otros países. Esta transparencia, ha añadido, sirvió además ayudar a disipar dudas sobre la solidez del sector.