Estados Unidos empieza a encarecer la liquidez a la banca
Sube un cuarto de punto el interés que cobra a las entidades
Se acabó la barra libre para la banca en Estados Unidos. O al menos empieza a acabarse. La Reserva Federal -el banco central estadounidense- dio ayer el primer paso en un movimiento estratégico, encaminado a retirar las medidas excepcionales que permitieron a la banca sobrevivir a la peor crisis financiera desde la Gran Depresión. El tipo de interés al que presta el dinero la Reserva Federal al sistema financiero -la tasa de descuento- se encareció en un cuarto de punto, hasta el 0,75%, en una medida ya anunciada pero muy esperada en los mercados y que supone el primer tímido arreón hacia la estrategia de salida en el diluvio de liquidez y la política monetaria extremadamente expansiva de los dos últimos años.
La Reserva Federal justifica la medida por la mejoría de los mercados
Es el primer paso para el abandono de la política del dinero casi gratuito
La Reserva Federal de Estados Unidos marcó así el principio del fin del dinero ultrabarato, al subir el tipo de interés que aplica en la ventanilla de descuento a los préstamos que durante el último año concedió a los bancos. Ese peaje pasa del 0,5% al 0,75% ante "la continua mejora en las condiciones de los mercados financieros". De esta manera, allana el camino para que el banco central más poderoso del mundo suba el precio del dinero -situado entre el 0% y el 0.25%- cuando la economía consolide la recuperación y el paro se modere.
Ben Bernanke, presidente de la autoridad monetaria de Estados Unidos, ya anticipó la semana pasada que su equipo se decantaba por retirar los apoyos al sistema financiero por esta vía, ampliando el margen que hay entre los tipos de mercado y el de la ventanilla de descuento. Lo que no esperaba Wall Street es que la Fed lo hiciera tan pronto, pasada media hora del cierre de los mercados. La Bolsa de Nueva York cerró con subidas moderadas, inferiores al 1%.
Es la primera señal de un cambio de política hacia la "normalización" monetaria, y responde en parte a que los bancos cada vez piden menos dinero. Se trata del primer paso de los muchos que seguirán durante los próximos meses para desmontar la batería de apoyos monetarios activados tras la sacudida que provocaron las hipotecas basura en agosto de 2007, agravada por el terremoto causado por el colapso de Lehman Brothers en el otoño de 2008.
No sólo el sector financiero necesita menos sustento un año y medio después. Además, la economía parece encontrarse en la senda de la recuperación, lo que hace que la Fed sea más optimista sobre el futuro a medio plazo. El banco central, en el acta de su última reunión, proyecta una expansión del 3,5% del PIB para este año. La inflación se mantendrá en torno al 1,6%.
Pero la recuperación no va acompañada aún por una mejora en el mercado laboral, con el paro situado en el 9,7% y las previsiones que apuntan a que esas cifras se mantengan durante todo el año. Por este motivo, la Fed se inclina por seguir manteniendo el tipo de interés de mercado en una banda entre el 0% al 0,25% durante un periodo prolongado, que en el lenguaje del banco central se interpreta por un plazo de al menos seis meses.
Bernanke comparecerá el 24 de febrero ante el Congreso de EE UU para exponer los detalles de su estrategia de salida. Los miembros del comité monetario llevan semanas preparando al mercado para esta transición, al señalar que el tipo de descuento empezaría a subir conforme la banca fuera sanando. Ese fue, de hecho, el primer mecanismo al que acudieron los bancos centrales de todo el mundo para hacer frente a la crisis.
El tipo de descuento era un incentivo para que la banca acudiera a los mecanismos de emergencia de la Fed y se desengrasara así la falta de liquidez en los mercados financieros, para que la banca no cerrara a cal y canto el grifo del crédito. Lo normal es que la tasa de descuento esté un punto por encima al tipo de interés de mercado, una cifra a la que tras ese primer movimiento se va acercando. En paralelo, y para evitar que el sistema se inunde de liquidez, Ben Bernanke tiene previsto pagar más intereses por los exceso de las reservas que los bancos tienen en la Fed y va a reducir las compras de activos.
Las Bolsas evaluarán hoy esa medida, así como el resto de bancos centrales, que tienen congelados los tipos desde hace meses.
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