España entra en su recesión más grave
La economía retrocedió en los últimos tres meses de 2008 un 1,1%, la mayor caída intertrimestral desde 1960 - El frenazo del consumo es la primera causa
Los españoles cada vez consumen menos. Y el frenazo en sus decisiones de gasto ha sido el factor que más ha contribuido a que España haya entrado en recesión, lo que significa que la economía española ya no sólo no avanza, sino que recula. Este desandar, sellado ayer oficialmente por el Banco de España, no pilló a nadie por sorpresa, pero sí fue llamativa la virulencia con la que cayó el producto interior bruto (PIB) español en la recta final de 2008.
El PIB retrocedió un 0,8% en el cuarto trimestre, comparado con el panorama de un año antes. Sin embargo, si la referencia es el trimestre inmediatamente anterior, el desplome fue total, del 1,1%. La economía española no había dado un salto de longitud hacia atrás intertrimestral tan profundo desde el segundo trimestre de 1960 (caída del 1,9%).
El Banco de España cree que el paro es el canal que expande la crisis
Los expertos ven difícil una pronta recuperación por la incertidumbre
Ya en el tercer trimestre de 2008, el PIB había caído un 0,2%. Y seis meses seguidos de decrecimiento suman el término recesión. La cuestión es cuánto se prolongará este estado. José Luis Rodríguez Zapatero prevé las primeras "señales de recuperación" para finales de 2009, pero no es una opinión que comparta todo el mundo. "Los gobiernos puede que tengan incluso la obligación de calmar los ánimos durante las crisis de confianza, pero no veo ningún dato que permita pensar en un crecimiento positivo a finales de año", comenta Jordi Galí, Doctor en Economía por el Massachussets Institute of Technology (MIT) y catedrático de la Pompeu Fabra. Para Galí, la clave sobre cuánto durará la recesión es "hasta qué punto se pone orden en el sector financiero y se crean condiciones para restablecer los flujos de crédito".
El "ajuste muy severo" sentenciado por el Banco de España -que enmendó por una décima, del 1,2% al 1,1%, el crecimiento estimado por el Gobierno en 2008- no se parece a la anterior recesión de 1993. Y su origen condiciona su duración y gravedad.
El quasi colapso del sistema financiero y la zozobra persistente marcan la actual. "Pero la crisis financiera ha enmascarado el efecto burbuja inmobiliaria, porque las burbujas se tienen que financiar", reflexiona el también doctor por el MIT y profesor del IESE Alfredo Pastor. "El reventón de la burbuja no sólo ha derivado en una crisis de liquidez, sino que ha dejado paso a una crisis de incertidumbre. Eso hace esta recesión más grave", añade.
El debilitamiento de la actividad se está cobrando como caza mayor el empleo, que en el cuarto trimestre cayó un 3% y que, según la entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se ha convertido en "uno de los principales canales de propagación del ajuste hacia el resto de la economía". España tiene 1,28 millones de parados más que en 2007, y suman 3,2 millones. Y la escalada del desempleo trunca, junto a las dificultades para acceder al crédito, el "alivio" que el Banco de España reconoce que pueden sentir las familias por la bajada de precios (la inflación de diciembre, del 1,4%, es la más baja desde 1998), los cuatro recortes de tipos acometidos desde octubre por el Eurobanco (BCE) hasta el 2%, la bajada de las hipotecas (el Euríbor a un año acabará enero en 2,6%) o la bajada del crudo (el brent cotiza a 44 dólares frente a los 146 de julio).
Pese a los llamamientos de Zapatero, el consumo de los hogares en el último trimestre de 2008 registró "crecimiento nulo o negativo". Y globalmente, la demanda interna se desinfló un 2,4%. A la hora de gastar, sólo tira el gasto de las Administraciones Públicas, a un ritmo estable de más del 5%.
En el último trimestre, la inversión residencial se hundió un 20% en términos interanuales. "Colocar en el mercado millón y medio de viviendas requerirá al menos tres años", apunta Joan Casas, decano del Colegio de Economistas de Cataluña, quien ya se daría con un canto en los dientes "si el panorama mejorara en 2010, porque para que la economía se recupere hacen falta expectativas, que no están ahí, y medidas que refuerzan la competitividad, que llevan su tiempo en dar frutos".
La actual recesión es la primera que vive España sin competencias sobre la devaluación de su moneda. "En los 90, la recuperación llegó del sector exterior", recuerda Galí. "No poder devaluar alargará la crisis, pero si tuviéramos que devaluar sería algo catastrófico", añade Pastor. El Banco de España ve "difícil" que el sector exterior (que cerró 2008 con su primera aportación positiva en 11 años) compense el descalabro de la demanda interna. A diferencia del 93, esta recesión asomó en una España de finanzas saneadas, pero se confirma en un país con un déficit del 3,4% y con previsiones de escalar al 5,8% este año. El supervisor lo justificó por los planes de reactivación del Gobierno, pero puntualizó que la ortodoxia presupuestaria sigue siendo ley y exigió reformas estructurales.
Los datos fueron munición para que el PP de Mariano Rajoy, subrayara "la inutilidad" del Gobierno ante la crisis. El PSOE replicó evocando "la inutilidad" de Rajoy para dominar las dos almas del PP.
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