Bruselas dice que aplazar la jubilación no basta para asegurar las pensiones
España debe frenar el paro y la precariedad para que el sistema se sostenga tras 2030
Bruselas certificó ayer que España tiene que arremangarse para garantizar su sistema de pensiones a largo plazo, y avaló la necesidad de ampliar la vida laboral, pero reclamó otras medidas dirigidas al mercado de trabajo contra el desempleo y la precariedad para garantizar las jubilaciones. En pleno debate sobre el futuro de las pensiones entre el Gobierno, partidos políticos y agentes sociales, la Comisión Europea hizo público un informe en el que reconoce la solidez del modelo pero coincide con el Ejecutivo español en la necesidad de reformas para asegurar la sostenibilidad del sistema partir de 2030.
El número de pensionistas se duplicará entre 2010 y 2040, la esperanza de vida va en alza y el aumento de gasto en pensiones proyectado del 6,7% a largo plazo plantea los interrogantes a partir de 2030. Pero la crisis, con la destrucción de empleo (y, por tanto, de contribuyentes) ha cargado de urgencia este debate.
El informe de la Comisión Europea avala la solidez del modelo español
El riesgo de pobreza de los mayores supera la media europea
Bruselas advertía en el Libro Verde sobre las pensiones que en 2040 habrá que retirarse a los 70 para no perder poder adquisitivo,
El Gobierno español plantea retrasar la edad de jubilación de 65 a 67 años, entre otras medidas. Y la CE también defiende la necesidad de que los españoles trabajen durante más tiempo, pero destaca que "el abordaje del desempleo y el empleo precario, es una condición previa para la creación de carreras contributivas más largas y por lo tanto, para el éxito del sistema", señala el capítulo dedicado a España del Informe Conjunto de Pensiones de los Comités de Política y Protección Social de la Unión Europa, que analizaron ayer los ministros de economía europeos. España debe "lograr un equilibrio más apropiado entre los años de trabajo y los años de jubilación", pero también requiere "medidas dirigidas al mercado laboral y los centros de trabajo para permitir e incentivar que se trabaje más tiempo".
Y resalta que "medidas adecuadas que aumenten las tasas de participación y empleo durante toda la vida laboral, especialmente en los jóvenes (donde el desempleo roza el 40%), las mujeres y los trabajadores de más edad, mejoraría significativamente la capacidad de España para continuar proporcionando pensiones adecuadas y sostenibles".
La edad media efectiva de jubilación ha aumentado en los últimos años. Si era de 62,6 años en 2008 (2,5 menos que la edad legal pero por encima de la media comunitaria), en 2009 subió a 63,7 años. Y ha aumentado en dos años y medio desde 2000.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, celebró que el informe, en el caso español, "reconoce la solidez actual del sistema de pensiones y se dice que no tendrá ninguna dificultad al menos hasta el año 2030".
Aunque el sistema ha funcionado bien hasta ahora y ha mejorado las pensiones mínimas, según Bruselas, tiene aún algunas sombras y no solo relacionadas con las proyecciones de futuro: el riesgo de pobreza de la población mayor de 65 años, si no se tiene en cuenta la propiedad de la vivienda, del 27,4%, es todavía más alta que la media de la UE de los 27. En 2008 era un 8,5% más alto que la media.
La comisión parlamentaria que aborda el debate de las pensiones, el Pacto de Toledo, lleva tres semanas sin reunirse, pero el Gobierno ha dado un ultimátum y advierte de que presentará un proyecto de ley entre marzo y abril si no hay acuerdo.
Además de prolongar la edad de jubilación, también está en cuestión la base de cálculo (es decir, los años de cotización) sobre los que se calculan las pensiones de jubilación.
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