Blanco carga contra los controladores y desautoriza a sus representantes
El ministro de Fomento alerta: "La paciencia es infinita, pero se nos acaba" - El colectivo pide compromisos escritos para evitar la huelga a partir del 22
Infinito significa que no tiene fin. El ministro de Fomento, José Blanco, advirtió ayer a los controladores aéreos que la paciencia de su departamento es "infinita", pero que, al mismo tiempo, "se está acabando". Porque el conflicto laboral entre este colectivo, por una parte, y AENA y el Gobierno, por la otra, está plagado de cosas que son y no son al mismo tiempo: una huelga que no se convoca, pero que flota en el ambiente y bloquea el turismo; unos avances en las conversaciones de los que todo el mundo habla pero que nadie firma ni confirma; o una mesa de negociación que se rompe, pero que nadie reconoce haber abandonado.
El ministro volvió ayer al frente declarativo de esta batalla e instó a los controladores aéreos a que sienten en la mesa negociadora a representantes autorizados, ya que, a su juicio, los actuales negociadores del sindicato del sector, el USCA, "no tienen autoridad suficiente". Así que pidió "gente que cumpla" para poder finiquitar el conflicto.
El Gobierno acusa al sector de querer "trabajar menos y cobrar más"
"La paciencia del Ministerio Fomento es infinita, pero se nos está acabando. Estamos dispuestos a negociar mejoras de los tiempos de actividad y descansos, pero no a hacer cosas que vulneren la ley", recalcó ayer Blanco en declaraciones a los periodistas. El marco general de las nuevas condiciones laborales del gremio quedaron dibujadas en un decreto de febrero que amplió la jornada ordinaria de 1.200 horas anuales (más unas 600 adicionales y mejor pagadas) a 1.670 (más 80 extraordinarias) y, de facto, redujo los sueldos un 40%, de una medida de 350.000 euros al año a 200.000.
El ministro invitó a los controladores a "acordar" el convenio colectivo o un arbitraje externo que resuelva el debate, pero les urgió a no "seguir mareando la perdiz". "Es el momento de decir si van a la huelga o no", destacó, y se quejó de que los controladores "siempre plantean lo mismo": "trabajar menos y cobrar más".
Los trabajadores votaron masivamente el pasado martes a favor de la huelga, pero el sindicato no ha concretado si la convocará, ni cuándo, ni para cuántos días, una indefinición que perjudica la campaña turística. Esta huelga fantasma está a punto de cumplir una semana y el sindicato no tomará una decisión definitiva hasta el jueves 12. Ello implica que el paro, en cualquier caso, solo podrá ser a partir del 22, porque debe comunicarse con 10 días de antelación.
El portavoz de USCA, Daniel Zamit, replicó a Blanco que el sindicato tuvo el apoyo del 98% de los votos en la votación sobre la huelga y agregó: "La junta directiva de nuestro sindicato cambió en junio, sin embargo, por parte de AENA y Fomento no ha habido ningún cambio y no han podido cerrar acuerdos ni antes ni ahora", así que "los que tienen que cambiar quizá son ellos".
El sindicato de controladores aéreos apuntó ayer que retirará la amenaza de un paro si la empresa pública pone por escritos los puntos de acuerdos logrados en la negociación, como los avances en materia de formación, del pago de seguro de vida, de revisión de las cargas de trabajo en torres y centros de control. Pero lo que falta por consensuar no es ni más ni menos que las jornadas de trabajo y la retribución. AENA garantiza un sueldo medio de 200.000 euros hasta 2013 y una jornada laboral adaptada a la carga de trabajo de cada centro, con un tope anual de 1.750 horas anuales. La última demanda de los controladores pasa por reducir las horas de forma progresiva hasta quedar en 1.350 en 2013.
Zamit recalcó que la ley "lo que marca es el máximo de horas posible, pero no impide negociar una jornada inferior, no hay que vulnerar la norma".
AENA no formalizará ninguno de estos puntos de consenso hasta que las partes hayan alcanzado el conjunto del acuerdo. El gestor de los aeropuertos ha advertido de que dará marcha atrás en sus ofertas si los controladores no renuncian a la opción de huelga.
El Debate
- AENA plantea una retribución media para los controladores de unos 200.000 euros anuales hasta el año 2013, que variará en función de las horas de trabajo. La jornada anual, de un máximo de 1.670 horas (más 80 extraordinarias) también será flexible en función de cada aeropuerto o centro de control.
- Los controladores pidieron en la última reunión que la jornada básica baje de forma progresiva hasta las 1.350 horas en 2013. No concretan peticiones salariales, pero una mayor peso de horas extra (más caras) mejora los ingresos.
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