Air Comet rechazó volar hasta el día 10

Los más afortunados han llegado ya Lima, Bogotá o Buenos Aires en vuelos fletados por el Gobierno. Pero gran parte de los 7.000 pasajeros afectados ha tenido que buscarse otro billete o ha renunciado a viajar tras pasar horas en los aeropuertos. El Ministerio de Fomento insistió el pasado jueves en que el caos creado en plena Navidad por el cierre de Air Comet pudo haberse evitado. Que estuvo en la mano de la compañía seguir volando hasta el 10 de enero. Y que fue la aerolínea la que rechazó la propuesta.

El cierre de Air Comet, lastrada por más de 100 millones de euros de deuda, se produjo el lunes en ejecución de la sentencia de un juez británico, que decretó la inmovilización de los cinco aviones de la compañía por el impago del contrato de alquiler con el banco alemán Nord Bank, que había puesto la demanda unos días antes. El presidente de Air Comet y jefe de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, mantiene que no hubo otra opción ante el rechazo total de Nord Bank a las alternativas planteadas para aplazar la decisión hasta después de las fiestas navideñas. Una explicación que la secretaria de Estado de Transporte, Concepción Gutiérrez, puso anteayer en duda.

La empresa adujo que no podía pagar el combustible, según Fomento

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"Había una posibilidad de cierre ordenado aceptada por Nord Bank que permitía a Air Comet seguir volando hasta el 10 de enero, pero Air Comet la rechazó", afirmó Gutiérrez en conferencia de prensa. Según la secretaria de Estado de Transporte, Air Comet adujo que la compañía "no tenía dinero para pagar el combustible de los aviones".

Los directivos de Air Comet se reunieron el lunes con responsables de Fomento para comunicar los términos de la sentencia: ante el impago de la deuda con Nord Bank, el juez de la Corte Suprema de Londres obligaba a la inmovilización inmediata de los aviones, a no ser que la compañía española pagara 17 millones de euros, lo que permitía aplazar el embargo hasta el 5 de enero. Los directivos de Air Comet aseguraron que habían intentado sin éxito que Nord Bank aplazara la ejecución de la sentencia para evitar el caos en los aeropuertos españoles. Y, según Fomento, aceptaron que el ministerio intentara mediar con la entidad alemana.

Fomento se puso en contacto con los abogados de Nord Bank en España al mediodía de lunes, que confirmaron que Air Comet no había pagado y que, por tanto, la sentencia debía ejecutarse. Se abrió entonces un intenso proceso de negociación para evitar la paralización de los aviones -el primer vuelo programado era a las 23.00 del lunes-, que culminó cinco horas más tarde con el visto bueno del banco alemán.

"Los propietarios [Nord Bank] estarían dispuestos a consentir y retrasar la paralización de las aeronaves hasta el 11 de enero de 2010", reza el borrador de propuesta que la entidad alemana envió a Fomento por correo electrónico, al que ha tenido acceso este periódico. En el texto, la entidad alemana ponía cinco condiciones: los cinco aviones debían acabar estacionados el lunes 11 de enero en los aeropuertos de Munich y Burdeos; culminar allí mismo el proceso de registro y cambio de matriculación; la garantía del Gobierno para recibir los aviones en buen estado; una advertencia de que el acuerdo no invalidaba futuras reclamaciones en el concurso de acreedores; y la exigencia de que el acuerdo fuera bilateral, entre Fomento y Nord Bank, sin la participación de Air Comet.

En el borrador de propuesta no se hacía ninguna referencia a la necesidad de adelantar pago alguno. Sólo faltaban las firmas de Nord Bank y Fomento, una vez que la compañía española diera su visto bueno. Fomento quedó satisfecho y comunicó a Air Comet (por teléfono y por carta oficial, ver imagen) que había logrado el aplazamiento del banco alemán y que podía volver a operar. Y aquí es cuando Fomento chocó con la negativa de la compañía, con lo que la propuesta quedó en papel mojado y la posibilidad de evitar la cancelación de los vuelos se esfumó definitivamente.

Air Comet replicó a las acusaciones de Fomento con un comunicado en el que mantiene que "la sentencia era de ejecución inmediata y de obligado cumplimiento, sin dejar margen a ningún aplazamiento", una versión que habría hecho inútil cualquier intento de mediación desde el principio. La aerolínea insiste en que la única opción de aplazamiento era la que dejaba el fallo: pagar 17 millones para poder seguir volando hasta el 5 de enero. Y mantiene que ese criterio lo apoyaba también la Abogacía del Estado. Fomento lo niega y asegura que es el banco alemán el que tiene la potestad de ejecutar la sentencia y que el compromiso alcanzado con Nord Bank habría permitido los vuelos hasta el 10 de enero.

La aerolínea añade que "el banco alemán no accedió a ninguna conversación, ni siquiera por teléfono, para formular ninguna propuesta que no fuera la de ejecución inmediata de la sentencia del juez británico". Un argumento que no contradice la versión de Fomento, que asumió el requerimiento de Nord Bank de excluir de las conversaciones a Air Comet. Por último, la compañía afirma que "tampoco se tenía en cuenta la actitud que podrían adoptar los trabajadores ante un cierre seguro aunque aplazado unos días". El cierre ha llevado a la apertura de un expediente de regulación de empleo a 666 trabajadores de la plantilla.

Ya el pasado miércoles, Díaz Ferrán había aludido a las "continuas huelgas" que registraba la compañía para confesar: "Yo no hubiera elegido Air Comet para volar". La secretaria de Estado de Transportes no ocultó su enfado con el presidente de la CEOE. "Esto me lleva a preguntarme si hace la misma recomendación para el resto de empresas de su grupo", dijo en la conferencia de prensa. Y añadió: "Estamos resolviendo los problemas de una empresa privada, por ineficiencia y mala gestión".

Los problemas ocasionados por el fiasco de Air Comet ha puesto en el disparadero la continuidad de Díaz Ferrán en la CEOE. Y ha llevado a nueve asociaciones de consumidores a plantear una demanda por estafa. El Gobierno de Ecuador anunció una acción judicial similar.