Dos puntos de oro
Un cambio defensivo permite a España remontar tres goles ante Alemania
Por segunda vez consecutiva, era indispensable ganar y España lo consiguió. No es un objetivo fácil cuando la presión histórica es tanta que atenaza incluso al equipo fuera de la pista.
Se esperaba mucho más del conjunto de Valero Rivera en este Mundial a tenor de lo que se había visto en la fase de preparación. Pero permanecía agazapado, cauto, sin atreverse a levantar la cabeza hasta haber logrado algo importante. El fantasma del descalabro sufrido hace dos años en Croacia todavía pesaba. España no jugó bien ante Bahréin. Mejoró en la defensa frente a Túnez, pero persistían los problemas en el ataque. El fantasma seguía vivo.
Pero ayer todas las sombras se desvanecieron. España ganó a Alemania y se aseguró prácticamente la clasificación para la segunda fase anotándose dos puntos que arrastrará y que serán de oro para mantener sus aspiraciones de entrar en las semifinales.
ESPAÑA 26 - ALEMANIA 24
España: Sterbik (Hombrados); A. Entrerríos (2), Gurbindo (3), Rocas (3), Garabaya, Cañellas (1), Morros -equipo inicial-; Maqueda, R. Entrerríos (1), Aguinagalde (5), Parrondo (1), Ugalde, Juanín (5), Iker (5 de penalti) y Rodríguez.
Alemania: Bitter (Heinevetter); Hens (2), Gensheimer (4), Preis (1), Glandorf (4), Sprenger (3), Hass (2) -equipo inicial-; Roggisch, Klein (2), Pfahl (2), Heinl (2), Christophersen, Kraus (2 de p.) y Kaufmann.
Marcador cada cinco minutos: 2-2, 4-4, 5-7, 8-8, 11-10, 13-13 (descanso), 15-15, 17-17, 18-19, 18-21, 23-21, 26-24.
Sin embargo, tan meritoria como la victoria fue la forma como la logró. El partido se mantuvo muy equilibrado hasta entrada ya la segunda mitad, cuando varios errores de lanzamiento y estratégicos del ataque español permitieron a Alemania adquirir una ventaja de tres goles que parecía decisiva. El 18-21 que figuraba en el marcador tras 20 minutos del segundo tiempo resultaba desalentador para España, un equipo que había luchado y mantenido la intensidad en el juego durante 50 minutos.
Pero entonces Rivera decidió que había que hacer algo y cambió la defensa a un 5-1 presionante por el centro. "Ya lo habíamos planteado así para la parte final del partido", indicó. Y la variante, que coincidió también con la descalificación de Kaufman y Preis por acumulación de amonestaciones, desequilibró de tal forma a los alemanes que fueron incapaces de marcar en sus siguientes cinco ataques.
Lo que parecía un entierro se convirtió en una fiesta. Alemania ayudó con sus errores, pero España levantó la cabeza y todos sus jugadores volvieron a sonreír. Surgió la rabia, el coraje, los golpes en el pecho, el sentimiento de equipo..., y pasaron de sentirse derrotados a recuperar la adrenalina de los ganadores. Sterbik siguió en su excelente racha de paradas, Alberto Entrerríos encontró huecos, Aguinagalde estuvo inmenso, Iker marcó cinco penaltis, Gurbindo realizó su mejor encuentro y Rocas y Juanín rompieron por la banda.
"La defensa mantuvo sus señas de identidad. Estuvo a un nivel altísimo. Cuando el equipo parecía más tocado, cuando todo se estaba poniendo de espaldas, no perdimos la calma. Mantuvimos la entereza, remontamos tres goles y creo que el resultado final fue demasiado corto", concluyó Rivera.
Estos dos puntos permiten a la selección española sacudirse todos los fantasmas y seguir soñando con las semifinales. Hoy es día de descanso y después llegarán los partidos ante Egipto y Francia con la tranquilidad de haber cubierto las primeras expectativas. Todo es posible.
Grupo A: Francia, 41; Bahrein. 17. Túnez-Egipto. Clasificación: 1. Francia, 6. 2, España, 6. 3. Alemania, 4. Grupo B: Hungría, 36; Brasil, 24. Noruega, 33; Austria, 27. Islandia-Japón. Clasificación: 1. Islandia, 4 puntos. 2. Austria, 2. 3. Noruega, 2.
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