Tras los pasos de Alberto García

A Sergio Sánchez (Pola de Gordón, León; 1982) le gusta repetir que no está en el atletismo para ser uno más y todo el mundo lo reconoce: evidentemente, Sergio Sánchez no es uno más. Se sabía desde hace tiempo aunque sólo fuera por los tintes estrambóticos de sus pelos o por sus desafíos o por los vídeos que colgaba en youtube con sus gestas en los entrenamientos. Lo saben muchos más y mucho mejor desde el sábado, desde que se marcara en Oviedo, en una pista de sólo 180 metros, un 2.000 en 4m 52,90s. La mejor marca europea de la historia en una distancia que raramente se corre. Más aún, la tercera mundial, sólo superada por dos gigantes del fondo, los etíopes Kenenisa Bekele (4m 49,99s) y Haile Gebrselasie (4m 52,86).

Y eso no es nada para lo que promete Sánchez, quien parece seguir los pasos de Alberto García, quien en 2003, en un invierno excepcional, batió en un intervalo de 13 días los récords europeos de 3.000 y 5.000 metros en pista cubierta: "El 13 de febrero voy a por los 3.000. Estoy para bajar de 7m 30s". Eso sí que son palabras verdaderamente mayores. Si lo consiguiese, y la forma en que corrió los 2.000 en Oviedo, solo, a su ritmo, sin liebre desde los 500, no parece dejar resquicio a la duda, se convertiría en el tercer hombre que lo lograra, el único blanco en un territorio africano. Ni Bekele ha sido capaz de bajar de 7m 30s.

La aventura de García terminó al poco en un positivo por EPO. La de Sánchez, quien, dirigido por el joven Raúl Lazo, se entrena tres veces al día, una antes del desayuno, 17 sesiones a la semana, 185 kilómetros, por las riberas del Bernesga y en el Hispánico de León, tiene como destino señalado los Mundiales en pista cubierta de Qatar, en marzo.