¿Cuándo nació el modelo de juego del Barça?
En los años setenta, firmé por el Barça como responsable de los equipos juveniles. Al poco tiempo, ya estaba altamente decepcionado. Allí solo valoraban -como en los clubes más modestos que conocía-, a los jugadores altos, fuertes y valientes, eliminando o no fichando a los que poseían buena técnica y calidad, principalmente si eran pequeños.
Además, en los entrenamientos no aparecía el balón, dedicándose al trabajo puramente físico. Yo empleé mi fútbol-fútbol, con extremos -habían desaparecido-, y los entrenos los basé en los rondos, partidos de pases, partidos con la cabeza, partidillo con el sistema... Es decir, el balón siempre presente.
Implanté mi sistema, mi modelo de juego, en los tres equipos juveniles. Pero romper aquella rutina en el campo y despachos fue difícil, recibiendo muchas críticas. Al ser nombrado Coordinador General del Fútbol Base, me resultó muy fácil inculcar mi estilo, en el juego y en los entrenamientos.
Años después llegó Cruyff como técnico y empleó el balón en los entrenamientos, utilizó extremos y contó con futbolistas técnicos, de calidad, fueran altos o pequeños, fuertes o estrechos. ¿Saben que Guardiola tuvo un pie fuera del Barça -estaba de suplente-, "por débil"? Lo salvó Cruyff pasándolo al primer equipo -como a Milla, Ferrer y Sergi-, no por su condición física, sino por su talento. Cruyff logró lo que a mí me fue imposible: que los técnicos cambiaran su criterio sobre los futbolistas y les ficharan y valoraran por su talento, no por su fortaleza y estatura.
De todas maneras, el problema de los altos y bajos en el Barça no acababa de estar superado. Una vez que se marchó Cruyff, los "equivocados" hicieron prevalecer sus ideas. Xavi e Iniesta tuvieron que pasar un calvario: decían que no valían, Iniesta estuvo prácticamente traspasado al Albacete, que no podían jugar juntos, y Xavi en el ¡2008! cansado de las críticas de los técnicos -no de Guardiola-, de acuerdo con su padre y el agente, decidió aceptar una oferta mareante del Milan. La firme oposición de su madre le hizo desistir.
Se pueden formar grandes jugadores, pero si no se les da la oportunidad, se quedarán en las tinieblas. Hay entrenadores renombrados que jamás admiten chicos del filial, mientras que Cruyff y Guardiola son todo lo contrario. Por ello, son los auténticos motores de la creación de jugadores para el Barça.
Laureano Ruiz trabajó en las categorías inferiores del Barça entre 1972 y 1980, incluyendo un periodo en el primer equipo en la temporada 1975-1976.
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