Los mejores motores
Volkswagen, BMW, Mercedes, Audi, Peugeot, Toyota y Porsche son los triunfadores de los premios a los propulsores del año - El jurado valora el consumo, la potencia y la tecnología
Un buen motor equivale casi a un buen coche. El propulsor es uno de los componentes principales de cualquier automóvil, y junto a otros aspectos como el espacio y el confort, determina en gran medida el rendimiento y satisfacción que aporta cada vehículo a su conductor. Los premios a los mejores motores del año, un certamen anual organizado en Reino Unido, aunque de ámbito internacional, permiten conocer cuáles son los propulsores más recomendables. Los triunfadores de 2009 son el grupo Volkswagen, BMW, Mercedes, PSA (Peugeot y Citroën), Porsche y Toyota. El jurado, compuesto por 65 periodistas especializados de 32 países (entre ellos, un español), valora cada mecánica y tiene en cuenta su consumo, potencia, calidad de funcionamiento y tecnología.
Los premios se dividen por categorías según la cilindrada del motor, y sorprende que entre los ganadores sólo haya un turbodiésel, aunque varios de ellos se han colocado en segundo y tercer lugar. La clasificación completa puede consultarse en la página www.ukipme.com/engineoftheyear. En el primer escalón, motores de hasta 1.000cc, el trofeo es para Toyota y su mecánica 1.0 de gasolina y 68 CV, que logró también la primera posición en 2007 y 2008. Ofrece consumos y emisiones mínimos (4,5 litros y 106 g/km de CO2, de media) y destaca también por su cierto brío y buen tacto: a diferencia de muchos motores de tres cilindros, apenas transmite vibraciones. Se ofrece en coches pequeños como los Toyota Aygo, Yaris e iQ, Citroën C-1, Peugeot 107 y Subaru Justy. En la siguiente categoría, de 1 a 1,4 litros, VW vuelve a alzarse con el máximo galardón gracias a su avanzado 1.4 TSi de gasolina (ganó también en 2007, 2008 y 2009). Combina turbo e inyección directa, y se ofrece con potencias de 120 a 180 CV. Empuja con alegría, gasta poco (5,9 litros en la versión menos potente) y, además, funciona con gran suavidad. Se vende en los Audi A-3, Skoda Octavia, Seat Ibiza y León, y en la mayoría de VW (Golf, Passat...).
La mecánica 1.6 turbo (150 y 175 CV) procedente de la alianza entre BMW y Peugeot-Citroën logra el primer puesto entre los motores de 1.4 a 1.8 litros (como en 2007 y 2008). Se monta en el Mini Cooper S, en los Peugeot 207 y 308, y en los Citroën C-4 y C-4 Picasso. Tiene turbo e inyección directa, y resalta por su equilibrio entre empuje, suavidad y consumo: en el Cooper S gasta 6,2 litros, alcanza 225 km/h y proporciona un tacto muy refinado.
Audi se lleva el oro en la horquilla de 1.800 a 2.000cc con su sofisticado 2.0 TFSi de gasolina, que permanece en lo más alto desde 2005. La última evolución mantiene el turbo y la inyección directa, y añade un sistema de distribución variable que mejora el nervio a bajas revoluciones. Disponible con potencias de 170 a 211 CV, acelera con contundencia, emite un sonido muy sugerente y gasta mucho menos de lo esperado: desde 6,6 litros. Además, puede ser tan confortable como deportivo. Lo llevan los Audi A-3, A-4, A-5 y A-6, y también los VW Golf GTi y Seat León FR.
El único turbodiésel ganador aparece en el escalón de 2 a 2,5 litros y es de Mercedes. Se trata de la nueva familia 2.2 CDi, que se ofrece con tres potencias (136, 170 y 204 CV) y está disponible en los Clase C y E, Clase E Coupé y GLK. Aporta un funcionamiento suave y silencioso, y consigue también una alta eficiencia: la variante de 204 CV consume sólo 5,3 litros en el Clase E Coupé.
BMW vuelve a ser la mejor opción entre los 2.500 y 3.000cc. Su propulsor 3.0 biturbo de gasolina y 306 CV, con inyección directa, es una referencia por su rendimiento (ganó también en 2007 y 2008). Impacta por su empuje y sonoridad y, a pesar de su potencia, baja con claridad de los 10 litros. Está disponible en los Serie 1, 3 y 7, y en los Z-4 y X-6. En el Serie 1 Coupé gasta 9,2 litros.
En las ligas superiores dominan también las marcas alemanas. BMW se impone entre los 3 y 4 litros de cilindrada con el espectacular 4.0 V8 de 420 CV del deportivo M-3, aunque Mercedes gana el galardón de más de 4 litros con el colosal 6.2 V8 de 525 CV, que equipan algunas de sus versiones AMG de alto rendimiento.
Aparte de estas categorías, hay un premio paralelo al mejor nuevo motor del año, que en esta ocasión es para el 3.8 bóxer de 385 CV del Porsche 911 Carrera S. El jurado ha valorado, aparte de su sonoridad y empuje, su gran relación entre poderío y eficiencia, porque roza los 400 CV y se conforma con 10,6 litros.
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