El corazón del Atlético

De un día para el otro Diego Simeone renunció como entrenador del Racing de Avellaneda. Después de acabar segundo en la última Liga argentina, El Cholo renunció la noche del lunes y de inmediato comenzó a hablarse sobre la posibilidad de asumir la conducción técnica del Atlético de Madrid, donde Gregorio Manzano se encuentra en la cornisa después de las derrotas contra el Albacete, el Espanyol y el Betis. Ayer mismo el presidente del Atlético, Enrique Cerezo, admitió que algún día el excentrocampista volverá al club, aunque como entrenador. Otro candidato a sustituir a Manzano era Luiz Felipe Scolari, exseleccionador de Brasil, que ayer aseguraba que permanecerá en el Palmeiras.

Como técnico ha ganado un Apertura con Estudiantes y un Clausura con River

"Sé que entrenaré al Atleti tarde o temprano", dice desde hace años

"Simeone acabará siendo técnico de Atlético de Madrid", declaró Cerezo al programa argentino de radio Deportivo Télam. "Me entero por ustedes que renunció anoche [por la noche del lunes] a la conducción del Racing. Con él me une un gran afecto y siempre hablamos", añadió Cerezo. Simeone, porteño de 41 años, llegó por primera vez al Atlético en 1994. Se ganó a la afición liderando desde la defensa del medio campo la conquista de la Liga y la Copa del Rey de la temporada 1995-1996. Al año siguiente se marchó al fútbol italiano y regresó al conjunto colchonero en 2003. Jugó allí dos años más y finalmente acabó su carrera en el club del que es hincha, el Racing argentino.

La Academia de Avellaneda no atravesaba entonces por un buen momento y fue así que le pidieron a Simeone que en 2006, a los 36 años, se quitara las botas y se pusiera la sudadera de entrenador. Consiguió entonces eludir las últimas ubicaciones en la tabla de posiciones, pero los dirigentes del Racing pretendían más y entonces lo desecharon rápidamente.

Simeone consiguió otro trabajo deprisa. Dirigió al Estudiantes de La Plata, al que se acaba de incorporar Juan Sebastián Verón, de regreso de su paso por el fútbol europeo. Juntos aplicaron el manual que más conocen, el del juego de presión en el medio campo, y conquistaron el Torneo Apertura de 2006. El Estudiantes llevaba 23 años sin ganar el campeonato argentino.

Un año después, un 7 de diciembre de 2007, El Cholo, renunció al club pincharrata sin dar explicaciones. Algo parecido a lo que hizo este lunes en el Racing. El 15 de diciembre de ese año firmó su incorporación al River Plate, uno de los dos clubes más populares de Argentina, donde coincidió con Falcao.

En la primera Liga que dirigió al River, en la primera mitad de 2008, conquistó el primer puesto en el Torneo Clausura con un juego modesto, apenas mejor que el del resto de los rivales. Aquella fue la última Liga de los millonarios. En la segunda mitad de 2008, en la otra liga de aquel año (en Argentina se disputan dos títulos por temporada), el River acabó último por primera vez en su historia. Era el comienzo de la debacle del club de Buenos Aires, que este año bajó a Segunda. Simeone acabó renunciando en pleno torneo, cuando le era imposible recuperar a su equipo de la última posición.

El Cholo tuvo después un paso sin gloria por el San Lorenzo y en 2011 se destacó en el Catania, donde evitó lo que era un descenso que parecía casi seguro a la Segunda italiana. Tenía un año más de contrato, pero otra vez Simeone dio un portazo intempestivo. Temperamental como cuando era un aguerrido jugador, volvió al Racing, uno de los cinco clubes grandes de Argentina. Quería salir campeón en el equipo de su corazón, pero acabó segundo, con siete victorias, demasiados empates (diez) y solo dos derrotas, muy por detrás del Boca Juniors. Ahora está muy cerca de cruzar su camino de nuevo con el Atlético. "Sé que lo entrenaré tarde o temprano", viene diciendo Simeone desde hace años. Parece que el momento ya ha llegado.