La batalla de los difusores no tiene fin
Renault, McLaren y Mercedes deberán modificar sus coches antes de la próxima carrera
Con la mala experiencia de la temporada pasada, cuando Ross Brawn se sacó de la manga un doble difusor que llevó de cabeza a la mayoría de los equipos de la parrilla, Paddy Lowe, director de ingeniería de McLaren, anunció en la presentación del nuevo MP4-25 que esta vez nadie les va a pillar a trasmano. "Hemos hecho una interpretación extrema del doble difusor. Pero no somos los únicos", dijo. La brecha que Brawn encontró entonces en el reglamento hizo que las demás escuderías se vieran obligadas a incorporar difusores dobles en sus coches ya con el campeonato en marcha. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) dejó claro a principios de este curso que, con vistas al próximo, los difusores de doble cuerpo estarán prohibidos. Pero este órgano se ha dirigido ahora a McLaren, Renault y Mercedes y les ha comunicado que deberán modificar el diseño de estas piezas antes de la próxima carrera, que se disputará en Australia dentro de dos semanas. En caso de no hacerlo, se exponen a que sean considerados ilegales.
Como el año pasado, algunos equipos han interpretado las normas radicalmente
Charlie Whiting, máximo responsable técnico de la FIA, se encargó de revisar todos los monoplazas durante el pasado Gran Premio de Bahrein. Y, en efecto, se dio cuenta de que algunas escuderías han interpretado de forma demasiado radical el apartado de las normas que se refiere a este elemento del coche, que se encarga de canalizar los flujos de aire que circulan por debajo. Al parecer, los hay que han empleado el orificio de la parte trasera del vehículo y que sirve para acoplar el motor de arranque -esa imagen del coche en el taller, a punto de salir a la pista, en la que un mecánico se arrodilla y, mediante una especie de lanza, lo pone en marcha- como si fuera otro plano más del difusor. El artículo 3.12.7 del reglamento vigente es suficientemente ambiguo para que algunos hayan tratado de aprovecharse, igual que Brawn hizo en el pasado Mundial. "Sólo se permite un agujero en la superficie que facilite el acceso al motor de arranque", especifica la normativa.
Adrian Newey, el genio que se ha encargado de diseñar los Red Bull, ya denunció el sábado, el día que el alemán Sebastian Vettel logró su sexta pole con uno de sus coches, que ha detectado irregularidades en dos bólidos de la competencia. "No voy a decir nombres, sólo que Ferrari no está entre ellos. Pero pronto se hablará de eso", vaticinó el ingeniero, que, una vez más, dio en el clavo.
"Se ha generado un debate entre todos los equipos acerca de qué es lo que vamos a hacer", afirma Martin Whitmarsh, máximo responsable de McLaren. "En nuestro caso, el agujero que sirve para acoplar el motor de arranque no es más grande que el que había en el coche que el año pasado ganó el campeonato, y tampoco es más grande que el de otros monoplazas que hay en la parrilla", se defiende el patrón del equipo británico.
En cualquier caso, y para alivio de la mayoría de los aficionados, este enésimo capítulo de la guerra de los difusores se cerrará en menos de dos semanas.
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