El baloncesto imita al fútbol
El Madrid pierde ante el Maccabi y tendrá que jugar contra el Barça
Con el madridismo en plena depresión después de lo ocurrido en el Bernabéu, su sección de baloncesto no acudió al rescate anímico . Todo lo contrario. En un partido cuyo desarrollo recordó mucho la secuencia de hechos acontecidos 24 horas antes, el Madrid tiró por la borda ventaja y esfuerzo para terminar condenado al enfrentamiento del que huía como la peste: frente al Barcelona y con la desventaja de campo. Con sólo ver la cara de los jugadores blancos al final del encuentro se podía adivinar que ellos son los primeros que saben que la Final a Cuatro, tan accesible en caso de victoria, se había vuelto un Everest deportivo.
Veinte minutos antes, nada hacía presagiar este desenlace. Todo lo contrario. Sin hacer nada del otro mundo, refugiado en una gran defensa que enmascaró bastante sus problemas ofensivos, el Madrid navegaba plácidamente hacia la victoria. Hasta el público asistía con menos tensión de la esperada y ponía una oreja a las noticias que llegaban desde Barcelona. El Maccabi confirmaba lo expuesto en los análisis previos y que apuntaba hacia una idea: en casa son temibles, lejos de Tel Aviv resultan mucho menos peligrosos. Sus diez puntos en el primer cuarto y los once en el segundo convirtieron el descanso en un remanso de paz (31-21). Si con una buena defensa y la confirmación de que el tiro de distancia de Sergio Llull ha dado un salto de calidad había bastado, no había grandes motivos para la alarma. Visto lo que vino después, ¡vaya si los había! Es lo que pasa cuando uno se deja llevar sólo por el marcador.
REAL MADRID 64 - MACCABI 66
Real Madrid (17+14+14+19): Prigioni (10), Jaric (4), Kaukénas (6), Garbajosa (8) y Tomic (10) -quinteto inicial- Llull (14), Hansen (9), Reyes (3), Lavrinovic (0) y Vidal (0).
Maccabi (10+11+15+30): Wisniewski (0), Anderson (8), Pnni (0), Eidson (11) y Fischer (13) -quinteto inicial- Buthenthal (13), Perkins (10), Lasme (11), Limonad (0) y Green (0).
Árbitros: Brazauskas (LTU), Koukoulekidis (GRE) y Pukl (SLO). Eliminados: Jaric, m.39;
Incidencias: Sexta jornada de la segunda fase o "Top 16" de la Euroliga de baloncesto. Grupo F. Palacio de Vistalegre, de Madrid
REGAL BARCELONA 82 - PARTIZAN 64
Regal FC Barcelona (22+14+25+21): Ricky Rubio (3), Navarro (18), Mickeal (5), Morris (4), Lorbek (11) -cinco inicial-, Lakovic (10), Fran Vázquez (7), Basile (13), Grimau (6), Trias (4), Sada (-) y N'Dong (1).
Partizan Belgrado (16+14+12+22): McCalebb (5), Bozic (-), Roberts (14), Vesely (10), Maric (11) -cinco inicial- Kecman (9), Rasic (9), Vranes (-), Milosevic (-), Dekic (3), Mitrovic (-) y Sinovec (3).
Árbitros: Christodoulo (GRE), Lottermoser (ALE) y Anastopoulos (GRE). Eliminados: Bozic (m.34), Vesely (m.36)
Incidencias: Asistieron al encuentro 6.953 espectadores en partido de la sexta jornada, grupo E, del ''Top 16'' de la Euroliga, disputado en el Palau Blaugrana.
CAJA LABORAL 102 - CIBONA 90
Caja Laboral (18+14+17+29+24): Ribas (4), English (9), San Emeterio (19), Teletovic (25), Barac (10)-cinco inicial-, Huertas (16), Eliyahu (6), Oleson (3), Herrmann (10), Singletary.
Cibona Zagreb (19+18+18+23+12): Gordon (13), Udrih(13), Tomas (23), Radosevic (4), Andric(8)-cinco inicial-, Vukusic (20), Troha (3), Bagaric (6).
Árbitros: Jungebrand (FIN), Zamojski (POL), Gkontas (GRE). Eliminados Ribas (m. 38), Andric (m. 38), Radosevic (m. 43).
Incidencias: Sexto partido del Top 16 de Euroliga en el Grupo H disputado en el Buesa Arena de Vitoria ante 9.600 espectadores. Indar Baskonia desplegó una pancarta con el lema "Sin ti no habría historia, gracias Peras".
Porque incluso dominando como dominaba, algunos defectos apuntaban a que en cuanto el Maccabi dejara de comportarse erráticamente, aquello iba a dejar de ser un paseo. La considerable endeblez madridista debajo de los aros era el más evidente y lo peor es que no tiene remedio. Una de las cosas que se adujo para explicar la paliza dada por el Barça en la final de Copa fue la diferencia de poderío físico. El problema se agrava cuando se observa que esta diferencia no se da únicamente con el favorito a ganar esta Euroliga. El Madrid no tiene cuerpo ni músculo para la pelea en la que se ha convertido el baloncesto y tampoco contundencia en sus hombres altos. Pensar que Tomic va a terminar sacándote las castañas del fuego es mucho pensar. Ante el bajón dado por Lavrinovic y un Felipe Reyes que no se encuentra ni mínimamente cómodo desde que llegó Messina, el Madrid terminó siendo apabullado. No es la primera vez que le ocurre, pero en esta ocasión las consecuencias son trágicas.
Poco a poco y según avanzaba el tercer cuarto, el Maccabi se fue creciendo al mismo ritmo que al Madrid se le empezó a agarrotar el brazo y la mente. Tomic intentaba dar equilibrio al juego exterior-interior, pero su ligereza y, por qué no decirlo, el poco respeto que le tienen los árbitros, lo hacía muy difícil. Por fuera las cosas no iban mejor. Los atléticos jugadores israelíes iban subiendo la intensidad de su defensa (se sabían hasta el efecto Llull) y, cuando atacaban, lo que no conseguían a la primera lo lograban después de cargar con acierto la canasta contraria. A falta de tres minutos, partido nuevo (57-57). A uno para terminar, y por primera vez en el partido, se pusieron por delante (61-62). Con 39 segundos por jugar, la cosa estaba negrísima (61-64). Hansen metió un triple al límite de la posesión pero Anderson tuvo tiempo para buscar una falta y mandar a galeras al Madrid.
Total, que la cosa se ha puesto entre mal y peor para los blancos. Ni siquiera en el grupo donde resultaba más accesible lograr la primera plaza (no había ningún coco tipo CSKA, Barça u Olimpiakos) han sido capaces de conseguirlo. Quizás esta plantilla, a pesar del esfuerzo de todos, no dé para más.
¡Vaya semanita!, debió pensar más de un madridista.
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