"Tenemos un problema de fiabilidad"

Tuvieron que romperse tres motores el mismo día para que Stefano Domenicali, el máximo responsable de Ferrari en las carreras, reconociera públicamente que los monoplazas italianos tienen un problema. "Sí, tenemos un problema de fiabilidad. Si queremos aspirar a ser campeones, deberemos resolverlo cuanto antes", comentó el director de la escudería. Los dos motores de Sauber dejaron fuera de la carrera a Pedro Martínez de la Rosa -cuando salía para la vuelta de formación- y a Kamui Kobayashi -en la novena- y el de Fernando Alonso no le permitió acabar: se le rompió a falta de una vuelta para la conclusión, justo cuando acababa de intentar adelantar a Jenson Button para hacerse con la octava posición.

Alonso no cree que se trate de una cuestión "de fondo"

Los dos Sauber también sufrieron la rotura del propulsor

"Llegamos a Malaisia con unos objetivos concretos y nos vamos con sólo los seis puntos de la séptima posición de Felipe Massa. No podemos estar satisfechos", dijo Domenicali. "Era una situación difícil porque partíamos de la parrilla muy mal situados. Pero sufrimos un par de problemas de fiabilidad en el coche de Alonso que nos ponen sobre aviso".

Aunque los problemas parecían haberse cebado sobre el Red Bull de Sebastian Vettel en las dos primeras carreras, Ferrari había afrontado dificultades con sus propulsores desde el inicio del Mundial. Ahora la situación se ha invertido. Red Bull parece haber resuelto su falta de fiabilidad y continúa siendo el coche más rápido, como demostró ayer con su doblete, y Ferrari debe revisar a fondo sus motores para asegurarse de que no les causarán más molestias. "Necesitábamos un resultado como este para que nos liberara del pánico que se había adueñado del equipo", reconoció Vettel tras su victoria.

En Bahrein, en el primer gran premio del curso, la escudería de Maranello optó por sustituir los propulsores de los monoplazas de Alonso y Massa pocas horas antes de la carrera porque los técnicos detectaron un cierto recalentamiento. "Fue sólo una medida preventiva", dijeron entonces los responsables del equipo. Aquellos motores sirvieron después para los entrenamientos libres de Australia y siguen en activo. Pero para la ronda clasificatoria y la carrera se usaron nuevos propulsores, que serán utilizados en el futuro. En Malaisia, los motores eran nuevos. Y Alonso lo explicó así: "Hasta ahora hemos utilizado tres y sólo uno se ha roto. No creo que haya un problema de fondo en este aspecto. Porque la temperatura era la correcta y tampoco creo que haya influido lo que me ha ocurrido con el cambio. Debemos comprobar que no sea un cuestión específica de esta carrera tan dura".

Tanto Alonso como Massa mostraron su total confianza en que el equipo será capaz de retomar la senda que les permitió hacer un doblete en Bahrein y acabar tercero y cuarto en Australia. "No estoy preocupado por la rotura del motor: nuestros ingenieros tienen suficiente experiencia y competencia para resolver esta situación", afirmó Alonso. Domenicali reconoció que el español había realizado "una carrera extraordinaria" y buscó los aspectos positivos de esta prueba. "Seguimos en cabeza del campeonato y hemos demostrado que somos competitivos al máximo nivel. Sabemos dónde debemos mejorar [en las prestaciones del bólido y en su fiabilidad], pero mantenemos un paquete [equipo, pilotos y monoplaza] capaz de luchar por los dos títulos", concluyó el italiano.