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Entrevista:CHRISTIAN ABBIATI | Portero del Atlético

"Soy muy perezoso"

Eleonora Giovio

Christian Abbiati (Abbiategrasso, Italia; 30 años) lleva poco más de dos meses en el Atlético. Dice que Madrid le gusta mucho a pesar del tráfico. Está aprendiendo castellano por sí solo: "¿Cómo voy a ir a clase si dejé la escuela con 14 años?".

Pregunta. ¿Por qué decidió emigrar?

Respuesta. Era algo que me planteé hace tiempo. Quería salir de Italia antes de acabar mi carrera. En el verano pedí volver al Milan [llevaba tres años cedido], pero me dijeron que era mejor que me quedara fuera otra temporada. Decidí que era el momento.

P. ¿Y por qué al Atlético?

R. Estaba de vacaciones y me telefoneó Ernesto Bronzetti

[intermediario entre España e Italia] y me dijo que buscaba un portero y que estaban interesados en ficharme.

P. ¿Pidió consejos a Arrigo Sacchi?

R. No. Hablé con Vieri. Estaba con él y me dijo que el Atlético era una opción fantástica para mí.

P. ¿Es todo cómo se esperaba?

R. Sí. Y eso que, antes de venir, tuve mis dudas. Eso de ir a un país nuevo, con una hija de seis años que tiene que cambiarse de escuela. Al final, todo ha sido perfecto.

P. ¿Hay muchas diferencias respecto a Italia?

R. En el calcio se trabaja mucho más lo físico. Me parece que aquí los entrenadores de los porteros están más preparados. He tenido que acostumbrarme a jugar más fuera de los palos porque las defensas actúan muy adelantadas.

P. Llegó al Milan muy joven. Fue titular indiscutible durante cuatro años y luego desapareció del mapa. ¿Cómo vivía jugar sólo los partidos de la Copa?

R. El primer año no me pesó porque ganamos la Champions y también la Copa. El segundo aguanté y el tercero no pude más aunque estuviera en uno de los equipos más fuertes del mundo.

P. ¿Qué le pesaba más?

R. No sentirme parte del grupo al ciento por ciento.

P. Adriano Galliani decía que Abbiati no estaba en venta y Ancelotti no le ponía.

R. Ya... Pero, para mí, el Milan es como una familia, y eso que soy del Inter de nacimiento. El Milan me dio la oportunidad de jugar en Primera y ganarlo todo. Me gustaría regresar en el futuro.

P. En 2003 pidió renovar el contrato para volver a ser titular y hasta decidió reducirse el sueldo en un 18%... ¿Qué es lo que no funcionó?

R. Había mucha euforia por los títulos. Creo que mi único gran fracaso futbolístico fue mi último año en el Milan. No me apetecía hacer nada. Me daba todo igual y me entrenaba muy poco. Es lo único de lo que me arrepiento. En los demás trabajé muy bien y demostré que soy un buen portero.

P. Perdió la titularidad en el Milan y dejó de ir a la selección. ¿No ha tenido la sensación de haberse perdido en mitad del camino?

R. Me adapté a la situación que tenía alrededor de mí. Lo de la selección es más complicado. Siempre fui como tercer portero. Eso es bonito hasta cierto punto. A veces, estás quince días concentrado sin siquiera ir al banquillo y se te hace todo muy pesado. Prefiero que vaya alguien más joven para adquirir experiencia.

P. Usted tiene de sobra, pero ante el Barcelona cometió un error propio de un novato. ¿Por qué decidió pedir disculpas?

R. Soy una persona instintiva. Si cometo un error, no tengo problemas en reconocerlo ni en asumir mis responsabilidades. Lo sentí mucho porque era una buena oportunidad para mí. A pesar de eso, creo que hice un buen partido.

P. ¿No vio salir el disparo?

R. No sé y no quiero saberlo. Pasé de ver la jugada. Nunca vuelvo a ver los errores. Prefiero olvidarlos pronto, no analizarlos.

P. ¿Cuánto tardó en olvidarse de aquella jugada?

R. Cuesta porque sigues dándole vueltas sin poder dar marcha atrás. Tienes que olvidarte pronto para evitar que te condicione y que se convierta en una obsesión.

P. ¿Le dijo Javier Aguirre desde el principio que usted jugaría en la Copa de la UEFA y Leo Franco en Liga?

R. Lo dejó entender. Yo no soy de los que pide ser titular en todos los partidos. No es mi estilo. Sólo pienso en entrenarme bien. Si el míster considera que tengo que jugar, bien. Y, si Leo le da más confianza, no hay problemas. Si no lo acepto, puedo coger mis maletas.

P. ¿Quién es el delantero más fuerte al que se ha enfrentado?

R. Ibrahimovic. Tiene todo: regate, velocidad y cabecea bien.

P. ¿Por qué se hizo portero?

R. No lo sé. Empecé muy tarde a jugar al fútbol. Tendría once años. Como era el más alto, me pusieron en la portería. Antes de los diez practicaba atletismo, pero poco. Es que soy muy perezoso.

Abbiati, durante la entrevista.
Abbiati, durante la entrevista.MANUEL ESCALERA

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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