"Sainz sale cada mañana con el coche nuevo"

Joan Nani Roma (Folgueroles; Barcelona, 1972) lleva desde hace más de una semana paseándose por el campamento itinerante del Rally Dakar y no sabe dónde meterse. Tiene la muñeca izquierda hinchada debido al accidente que tuvo el tercer día de carrera y que le obligó a abandonar a las primeras de cambio. Desde entonces, cada mañana se sube a un BMW X6 y se pone a disposición de su equipo, para tratar de ayudar en lo que sea posible.

PREGUNTA. ¿Ya ha analizado por qué se despeñó por aquel desfiladero?

RESPUESTA. Esta carrera tiene estas cosas. Llega un momento que tienes dos opciones posibles y tienes que tomar una decisión. Me equivoqué. Hasta esa duna todo había salido perfecto, Michel [Perin, su copiloto] estaba clavando todas las indicaciones. En un momento dado, fui subiendo, coroné la duna y había dos caminos y decidí. Cuando me caí iba muy lento, a siete por hora, pero no pude hacer nada porque ya estaba encarado y bajando. Y cuando vi el despeñadero pensé: ¡Buaaaf! Dí un golpe de gas para intentar que el coche saltara pero era demasiado alto. Debía tener unos siete metros de caída.

P. Los hay que han llegado a decir que ganar la primera etapa no le fue bien porque al día siguiente volcó, y al otro tuvo que retirarse.

R. Con los años he aprendido que esas lecturas no sirven para nada en esta carrera, porque está rodeada de tantas circunstancias, de tanto condicionantes, que todo el mundo puede pensar una cosa u otra. Yo no me como la cabeza. Sólo trato de analizar qué paso y me quedo con la experiencia que acumulo para intentar que eso no me vuelva a pasar.

P. ¿Cómo reaccionaron en el equipo?

R. Es que, al llegar, fui directamente a Sven [Quandt, el director y propietario] y le dije que no tenía excusa, que había sido culpa mía. Cuando te pasa una cosa sí es importante ir de cara.

P. ¿Cómo lleva eso de seguir la caravana del Dakar a pesar de haber abandonado?

R. Es una situación muy frustrante. Más que nada, porque tuvimos que abandonar muy pronto. Yo, por mí, ya me habría ido a casa, pero el equipo agradece mucho que esté aquí, que no haya abandonado el barco. Me dieron la opción, pero cuando formas parte de un conjunto tienes que estar cuando las cosas van bien pero también cuando van mal. En los momentos jodidos es cuando se valora más a la gente que responde.

P. Stéphane Peterhansel, su compañero en el equipo BMW, tuvo una avería el miércoles, cuando iba líder de la general, y perdió prácticamente todas las opciones de ganar la carrera. Sin embargo, el X3 parece haber dado un importante paso hacia delante.

R. Peter rompió la transmisión, y eso puede pasar. Pero estamos muy orgullosos del trabajo que hemos hecho con el coche. Sólo hemos podido trabajar en él unos seis meses, y la mejora ha sido muy considerable. Antes, el BMW era inconducible, sólo sabía llevarlo Nasser [Al Attiyah, ahora en Volkswagen]. Sabíamos que el motor era bueno, pero hacía falta poner en su sitio todo lo demás: diferenciales, suspensiones, reparto de pesos, barras estabilizadoras etc.

P. Sin embargo, los Volkswagen parecen estar a otro nivel.

R. Es que la apuesta que ha hecho la marca en esta carrera les obliga. Desplazan al Dakar a mucha gente, y eso hace que Sainz y los demás puedan salir cada mañana con el coche nuevo, sólo hay que verlos. De todas formas, hasta que Peter rompió el otro día, en Volkswagen estaban bastante preocupados con el buen rendimiento de nuestro coche.

P. Tras la retirada del equipo oficial de Mitsubishi, le costó bastante cerrar un trato con BMW. ¿Qué va a hacer ahora?

R. Tengo un año más de contrato con BMW, pero habrá que ver cómo van las cosas y qué deciden ellos. Si no quieren seguir me darán lo mío y se irán, tan sencillo como eso. En cualquier caso, estoy muy contento con el trabajo que he hecho con el X3, y ahora puedo llamar a la puerta de cualquier marca y ellos sabrán que soy capaz de poner un coche a punto.

10ª etapa: Supremacía española en coches y motos