Ronaldo llora la maldición de Cúper
El Juventus consigue el título al ganar en Udine (0-2) y perder el Inter con el Lazio (4-2) - El Brescia de Guardiola evita el descenso - El Ajax de Koeman se alza con el título, y los hinchas radicales provocan disturbios en Amsterdam
Hay famas que pesan como una losa y la de Héctor Cúper, reo de haber perdido varios títulos en el último partido con los equipos españoles Mallorca y Valencia, fue ayer para el Inter tan definitiva como una maldición. El scudetto se le escurrió de las manos al equipo milanés en un partido extraño, jugado en el Olímpico de Roma ante un Lazio que gracias al resultado (4-2) podrá jugar la UEFA. El campeonato lo conquista así el Juventus, que no lo ganaba desde 1998 y que ayer se impuso sin especial esfuerzo en Udine, con un gol de Trezeguet y otro de Del Piero.
En el Olímpico, laziales e interistas coincidieron en apoyar a un solo equipo: el Inter. Pero éste jugó prisionero de su propia pasión, y le sirvió de poco dominar el primer tiempo, y anticiparse en el marcador gracias a un remate de Christian Vieri. Siete minutos después, en el minuto 19, Poborsky consiguió el 1-1 para el Lazio, y los espectadores del Olímpico se agitaron angustiados. En Udine las cosas comenzaron a encarrilarse para el Juventus, mientras Di Biagio, consiguió el 1-2 para los interistas en el minuto 23. El Inter era campeón, pero sólo por unos minutos. El partido se deslizó ya enloquecido, como por una montaña rusa. Antes de que el árbitro pitara el final del primer tiempo, Poborsky marcó de nuevo el empate para el Lazio. El segundo tiempo del Lazio-Inter trajo sólo amarguras al equipo de Milán, mientras en Udine, el Juventus acariciaba ya prácticamente seguro el título del campeonato, y el Roma, hasta entonces tercero en discordia, se alzaba con el segundo puesto en la clasificación, al vencer al Torino en su casa. 'Los jugadores han hecho un buen primer tiempo, pero después han perdido la cabeza', declaró Cúper al final del partido. Massimo Moratti, presidente del Inter, le dio en parte la razón. 'El equipo ha hecho un buen campeonato, pero el partido de hoy , era el más importante y hemos jugado mal'. Otros aficionados, como el diputado de Alianza Nazionale, Ignazio La Russa, echaron la culpa al técnico. 'Es una lástima, pero ya se sabe que Cúper es incapaz de ganar una final', declaró. El argentino encajó las críticas con tranquilidad. 'Las etiquetas no me preocupan', dijo.
En vísperas del encuentro, al que el Inter llegaba favorito con un punto de ventaja sobre el Juventus y dos sobre el Roma, el entrenador argentino había anticipado a la prensa: 'Es el partido de mi vida'. Cúper llegaba tranquilo, 'sin nervios', según sus propias palabras, a la cita con el Lazio, un equipo con el ya perdió una final de Recopa cuando dirigía al Mallorca. Con los mallorquines también perdió una final de Copa y con el Valencia dos finales de Liga de Campeones. Además, la pasada temporada perdió el tren de la Liga de Campeones con los valencianistas en el último partido, frente al Barça. Tampoco ayer le sonrió la fortuna y el Inter se quedó sin un título que lleva esperando 13 años. En el Olímpico quedó un equipo en ruinas, con Ronaldo -que fue sustituido antes del final- incapaz de contener las lágrimas, Vieri lívido de impotencia, y un Di Biagio sin palabras. El Inter no sólo perdió el título, sino que ahora tendrá que jugar la fase previa de la Liga de Campeones, torneo para el que se clasificaron directamente el Juventus y el Roma. El Milan también jugará la Champions, y el Chievo Verona y el Lazio la UEFA. Quien sí tuvo fortuna fue el Brescia, el equipo de Guardiola, que se salvó del descenso tras golear al Bolonia (3-0), con Roberto Baggio como autor de uno de los goles. Verona, Lecce, Fiorentina y Venecia jugarán en Segunda.
Por otra parte, en Holanda, el Ajax que entrena Ronald Koeman logró su 28º título, tras ganar en Nimega al NEC que dirige Johan Neeskens por 0-2. La victoria del equipo de Amsterdam provocó numerosos disturbios en la ciudad. El 5 de mayo los holandeses celebran la liberación de la II Guerra Mundial y las calles de Amsterdam se convierten siempre en una fiesta popular y multitudinaria. Según la tradición, los hinchas del Ajax vitorean a su equipo frente al balcón del Stadsschouwburg, un teatro erigido en la plaza de Leiden, en pleno corazón de la ciudad. Para evitar conflictos, el ayuntamiento había ofrecido a los seguidores un lugar alternativo para que acompañen a los jugadores. Se trataba de un aparcamiento con cabida para unas 80.000 personas situado junto al propio estadio del Ajax y apartado del centro urbano. Sin embargo, alrededor de un millar de seguidores radicales del Ajax no aceptaron la alternativa y se concentraron en la plaza Leiden. La policía militar cargó varias veces contra ellos con gases lacrimógenos y cañones de agua. En su retirada, los hinchas apedrearon el edificio central de la policía y varios comercios de la ciudad.
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