Primer triunfo en casa del Almería

Ha tenido que pasar una vuelta entera para que el Almería logre su primera victoria en casa. Un hecho trascendente, sin duda, que permite al conjunto andaluz abandonar el puesto de colista y, al tiempo, consolida la mejoría de un grupo que empató ante el Madrid y se metió en las semifinales de la Copa al eliminar al Deportivo. La mano de José Luis Oltra se deja notar en el Almería, que supo sobreponerse a las bajas de Ortiz y M'Bami para batir a un Osasuna revestido de una fragilidad defensiva galopante. Sobre esa zaga de chicle percutió Ulloa, un delantero a la vieja usanza que el Almería rescató para la élite después de que se hartara de meter goles la pasada temporada en el Castellón, descendido a Segunda B. El triunfo, además, alimenta la ilusión de una afición que disfrutará a partir del miércoles con una histórica semifinal copera frente al Barcelona.

Tuvo la virtud el Almería de entrar en el partido como un ciclón. A los 11 minutos ganaba por 2-0 gracias a las facilidades ofrecidas por Osasuna. Carente de la mínima tensión, el cuadro navarro es un fantasma lejos del abrigo del Reyno de Navarra y todavía no conoce el triunfo a domicilio ni da muestras de ser competitivo. Por ejemplo, los dos laterales, Nelson y Damià, son descartes de un Betis que se quedó en Segunda.

El Almería dominó el encuentro a su antojo, bien asentado en el trabajo de su centro del campo y las rápidas salidas al contragolpe de Piatti y Crusat. Solo sufrió después de que Aranda recortara distancias y Alves hiciera, a disparo de Camuñas, el paradón de cada domingo.

A partir de ese instante, Osasuna volvió a borrarse del partido, lo que aprovechó el Almería para sentenciar. Jakobsen, un lateral muy contestado, puso el balón en el área y allí emergió Ulloa para hacer el tercero. El triunfo, que mete a Osasuna en un lío, desata una guerra sin cuartel por evitar el descenso.