Pendientes del Kun

La temeridad del Atlético en Tesalónica dejó una derrota dolorosa por inesperada, la corroboración de que pese al resultado el equipo se encuentra en un momento dulce en el apartado físico y la añoranza de su futbolista más imaginativo. La ausencia de Agüero, condicionada por el autógrafo que Gurpegui le propinó en San Mamés en una entrada con exceso de testosterona -el parte inicial fue un esguince en el ligamento lateral de la rodilla izquierda, equivalente a tres semanas de baja-, fue un lastre para el cuadro de Quique Flores. De vuelta a la Liga, en la que mañana defiende ante el Barcelona un liderato que ha reforzado la autoestima de la parroquia atlética, el técnico rojiblanco apura las horas pendiente de la recuperación de su gambeteador por excelencia, que será duda hasta última hora.

"Quiero jugar ante el Barça, llevo toda la semana entrenándome en solitario, recuperándome, pero no hay nada decidido porque aún tengo molestias... Jugar contra ellos es siempre muy lindo, pero si no estoy bien físicamente no voy a forzar porque el miércoles hay otro partido igual de importante ante el Valencia. Si no puedo jugar como quiero, prefiero esperar", apuntó el delantero, que desde principios de semana ha seguido el plan de choque intensivo que moldeó el segundo preparador físico, Miguel Peiró, mientras pasaba por las manos de Óscar Pitillas, el fisio responsable de recuperar a los lesionados, que se ha convertido en su sombra dentro y fuera del gimnasio.

La puesta a punto a marchas forzadas de Agüero recibió el visto bueno del doctor Villalón, el jefe de los servicios médicos del club, tras someterle el domingo pasado a una resonancia magnética que descartó un esguince de rodilla y que redujo el alcance de la lesión a una fuerte contusión. "Tiene un traumatismo en la cara externa de la pierna izquierda que le ha producido un edema muscular, pero no hay afectación en la articulación de la rodilla ni del tobillo, así que no es importante y se recuperará en torno a una semana", aventuró el galeno el pasado fin de semana. "No puedo decir si voy a estar al cien por cien, pero si juego es probable que no aguante los 90 minutos", reconoce el punta, determinante en las derrotas del equipo de Guardiola en el Calderón -el único que perdió en todo el campeonato- las últimas dos temporadas.

"Para conseguir que Sergio esté ante el Barça hemos intensificado las sesiones de terapia, las medidas antiinflamatorias y el reposo, que nos han ido marcando su reincorporación a los ejercicios terapéuticos para luego trasladarlo al terreno de juego", explican desde el banquillo. "Sin él no es lo mismo", suspira Tiago.

El peligro del Kun es de sobra conocido, por más que lo advierta también Mascherano, compañero en la selección y rival en el Barcelona: "Es imposible saber para qué lado va a ir, su regate es de 10. Como su imaginación: no te va a hacer dos veces la misma jugada sino que se va a inventar algo de la nada".