Messi rescata a Argentina
Dos goles del Kun y uno de Di María sellan el pase a cuartos de la Copa América de la selección albiceleste
Messi comparecía por vez primera en el estadio Mario Alberto Kempes y honró al Matador con un partidazo, justo el día que se cumplían cuatro años de su inolvidable gol de vaselina a México en la Copa América de Venezuela'07. Dos goles del Kun Agüero, el primero puede que en fuera de juego, el segundo tras una gentileza de Messi, y otro de Di María, también a pase de Leo, doblegaron a Costa Rica, que pudo encajar más si Higuaín hubiera estado más acertado en la primera parte. Al final, para que la fiesta fuera completa, apareció en escena el ídolo local, Pastore, jugador reivindicado por la hinchada desde el primer tropiezo contra Bolivia, por imaginativo.
Messi respondió a la angustiosa exigencia que impuso a Argentina los dos empates anteriores -contra Bolivia y ante Colombia- y lo hizo como lo hacen los grandes, asumiendo la responsabilidad en el momento más complicado. Líder, cogió la pelota y desnudó a Costa Rica, una selección menor a la que la albiceleste debía ganar sí o sí. Lo de ayer no era un trámite, muy al contrario, era un marrón que había que sacar adelante y el rosarino tiró del equipo hasta arrastrarlo fuera del lodazal en el que se había metido. Brincó la pulga, ganó Argentina.
Argentina 3 - Costa Rica 0
Argentina: Romero; Zabaleta, Burdisso, Milito, Zanetti; Gago, Mascherano; Messi; Agüero (m.85, Lavezzi), Higuaín (m.80, Pastore) y Di María (m.80, Biglia)
Costa Rica: Moreira; Calvo (m.46, Brenes), Acosta, Salvatierra; Duarte, Leal, Mora; Cubero, Elizondo (m.56, Valle); Martínez (m.46, Madrigal) y Campbell.
Goles: 1-0, m.45: Agüero. 2-0, m.52: Agüero. 3-0, m.65: Di María.
Árbitro:Incidencias: Partido del Grupo A de la Copa América disputado en el estadio Mario Alberto Kempes, de la ciudad de Córdoba, antes unos 57.000 espectadores.
La selección albiceleste sigue sin perder en Córdoba, donde ha disputado 29 partidos y suma 24 victorias y 5 empates. Llegaban los ticos de vencer a Bolivia y los jóvenes de La Volpe tenían mucho a ganar y nada que perder. Batista, que se jugaba en el envite la poca credibilidad que le queda, varió el dibujo, cambió de fichas, y se entregó a Leo. La pulga no le falló. Se fue a la banda derecha, cogió la pelota y repartió caramelos. Córdoba, entregada de principio a fin, coreó su nombre una y otra vez y Messi cambió afecto por juego. "Messi, creemos en vos", decía una bandera colgada en la grada. Batista, también.
Le sentaron bien los retoques que dio el Checho a su equipo buscando una reacción. Mantuvo, al portero, a la defensa y a Mascherano como medio centro y a partir de ahí armó un equipo más al gusto de Messi, que se sintió cómodo. Gago y Di María le dieron recorrido, criterio y toque al centro del campo como volantes, Higuaín apareció como referencia y el Kun buscó desde la banda izquierda el área de Moreira y el pase definitivo, jugando de afuera adentro, con aliados en el camino. Messi, solito, se zampó a los ticos.
Argentina recuperó la pelota, sacó del trastero la imaginación, presionó arriba, tuvo movilidad, hizo correr el balón, combinó y abrió camino a los laterales y así, al fin, floreció la mejor versión del mejor jugador del mundo, que jugó su mejor partido que va de la Copa América. Presente de cabo a rabo, Messi fue tremendamente generoso y Argentina se benefició, especialmente Higuaín y el Kun, a los que dio de comer hasta saciarlos. Resultó que el colchonero, y hasta Di María, estuvieron más finos que el 9 del Madrid y aprovecharon las asistencias para golear. Messi cerró bocas a golpe de talento y llevó a Argentina a los cuartos de final, que jugará en Santa Fe, probablemente contra la emergente selección de Perú. Al rival, en cualquier caso, lo conocerá hoy. Al mejor jugador del mundo le reconoció ayer en Córdoba. Lleva el 10, se llama Messi y es argentino.
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