Galicia recobra su clásico
El Deportivo y el Celta se reencuentran cinco cursos después en Segunda
Jamás desde que en 1928 se comenzó a competir en el formato de Liga habían estado tanto tiempo Deportivo y Celta sin confrontar sus fuerzas en el torneo de la regularidad. Hoy regresa en el estadio de Riazor (20.00 horas, Canal +1) el gran clásico del fútbol gallego, con la ansiedad propia de tan larga abstinencia y la urgencia de quienes tienen por objetivo dar el salto de categoría. Por más que Riki, delantero deportivista, advierta que "por muchas cosas sigue siendo un derbi de Primera".
Es, sobre todo, un duelo por mantener el pulso en la clasificación, más apurado para los locales no tanto por esa condición como por su desventaja de tres puntos respecto al rival. Un triunfo no solo dispararía al Celta en la tabla y en el orgullo, sino que abriría para su eterno antagonista un agrío debate forjado entre las dudas que destila el equipo que prepara José Luis Oltra. Es decepcionante a domicilio; victorioso, pero vulnerable como local, faceta en la que en sus dos últimas comparencias tanto Girona como Nástic, equipos en puestos de descenso, le hicieron encajar dos goles.
La corriente empuja al Celta, que hace un mes tocó fondo tras caer ante Las Palmas en Balaídos y desde entonces encadena un empate y cuatro victorias, con tres goles marcados cada una de sus dos últimas salidas. Porque mientras Oltra reconoce que no ha tocado la tecla adecuada, Herrera parece haberla encontrado con la incorporación de Oier en la zaga y, sobre todo, las de Borja Oubiña en la medular, Iago Aspas en punta y Mario Bermejo tras él. Una reconversión, esta última, tan sorprendente como efectiva, porque el veterano goleador se ha revelado como una pieza clave en la primera línea de presión sobre el rival.
El Celta llega a Riazor con las bajas de Hugo Mallo y Túñez, convocados respectivamente por la selección española sub-21 y la absoluta de Venezuela. En el Deportivo, con algunos futbolistas en recuperación tras lesión, faltarán Andrés Guardado, que se desplazó a México para jugar un partido amistoso, y el centrocampista Jesús Vázquez, sancionado. Dos ausencias de sendos titulares para las que Oltra maneja diversas opciones. En la medular, la más natural sería dar vuelo a Juan Domínguez, del que se sospecha de su capacidad defensiva. Porque el Depor teme las contras del Celta, pero estos también recelan del talento de hombres como Valerón o Salomão para resolver en cualquier acción.
Es, en cualquier caso, el duelo con más gallegos sobre el campo en los últimos 25 años, aportados mayoritariamente por un Celta que ha apostado definitivamente por la cantera. En él último, en abril de 2007 en Balaídos, solo estuvo presente el exdeportivista Iago Iglesias, que reivindica. "En las canteras gallegas siempre hubo jugadores de nivel y quien diga lo contrario miente. Lo que ocurre es que hay que dar un margen para la progresión: los primeros cuatro o cinco partidos de Messi en el Barcelona no fueron buenos".
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