Fabri por encima de todo

Fabriciano González, Fabri (San Pedro de Santa Comba, Lugo; 56 años), técnico del Granada, fue despedido del Cartagena en 2009 tras 23 jornadas en Segunda B y estando a un punto del primero. "A mí no me ha venido mal", asegura el técnico. Su equipo está en el playoff de ascenso a Primera y se mide contra el Celta (miércoles, 21.00, C+ Liga/GolT) un año después de subir a Segunda.

"Lo ocurrido el año pasado me hizo crecer a nivel psicológico", explica Fabri; "el fútbol me ha devuelto lo que me debía". Llegó al Granada en una situación muy parecida a la que dejó al Cartagena: a mediados de marzo y con el equipo también segundo. Juan Carlos Cordero, director deportivo del Granada, asegura que la directiva vio que la dinámica del equipo no era buena y que Fabri encajaba en el perfil que buscaban. "Los resultados deportivos están ahí", afirma Cordero; "ha encontrado un sitio donde le han permitido trabajar y ha demostrado su valía. Algo que, posiblemente, no le han dejado hacer en otros lugares". Para alcanzar el éxito, el técnico ha puesto en práctica aquello que había valorado Cordero antes de contratarlo: "Aporta mucho trabajo táctico, consigue que sus equipos estén muy unidos y sean muy solidarios, y maneja muy bien el contraataque".

El dominio del contragolpe le ha valido a Fabri, en cualquier caso, ser acusado de técnico defensivo, una de las razones que adujo la directiva del Cartagena para justificar su despido. "Busco el equilibrio, en ningún momento me considero un entrenador defensivo; es un sambenito que me cuelga la gente", afirma Fabri, que responde a sus acusadores con datos: "El Granada es de los equipos más goleadores de la categoría y somos un recién ascendido. Una cosa es defender bien y otra es ser defensivo". El equipo andaluz ha marcado 71 tantos esta temporada, solo superado por el Betis, el Barcelona B (ambos con 85), y el Rayo (73). Pero además es el sexto que menos goles ha encajado (47).

Sus futbolistas opinan igual. "Nos caracterizamos por una forma de jugar. ¿Qué lo hacemos a la contra? Pero es que quizá tenemos jugadores para desplegarnos así; defendemos bien y sacamos balones a la banda, así creamos peligro. Pero podemos adaptarnos a todo, a defender y a atacar", comenta Mikel Rico, que llegó al equipo en el último día de agosto y es un fijo para Fabri. Manuel Lucena, capitán del conjunto rojiblanco, tampoco duda de los métodos del gallego para llevar al equipo al éxito: "Es un hombre muy metódico que tiene muy claro su concepto del fútbol y que es capaz de trasmitirlo. Por ahora no nos está yendo mal".

Para el técnico, ese concepto de fútbol se ha basado en tres pilares esta temporada: "Humildad, trabajo y respeto por los contrarios". Eso se aprecia en sus palabras: "Nosotros no tenemos esa presión de la historia, que pueden tener Valladolid o Celta para ascender, nosotros venimos de abajo y hemos cumplido nuestros objetivos. Pero eso no significa que no vayamos a por todas, vamos a competir como el que más". Fabri explica que en estos momentos lo principal es que el equipo recuerde lo básico del sistema táctico, que los jugadores lleguen descansados y sientan que el ascenso no es una obligación. Y remarca: "Debemos disfrutar".

Bajo las órdenes de Fabri, que en dos décadas entrenando ha pasado por banquillos de todas las categorías de España, incluido en Primera (al Logroñés en la temporada 1994-95), al Granada le quedan cuatro partidos para poder volver, 34 años después, a la máxima categoría del fútbol español. Y lo hará al estilo del técnico, sea defensivo o no.