"Estaré tranquilo si tenemos el balón"

"Sí, a mí también me gusta competir", dijo Del Bosque, moviendo apenas su antiguo bigote. Le habían preguntado si era aficionado a los juegos de naipes como su homólogo en la final, el holandés Van Marwijk, que fue campeón de algún torneo. No se inmutó el técnico español ante la respuesta y pasó al siguiente tema como si se hubiera tomado un valium. A sus 59 años ha pasado por demasiados momentos complicados. Hay pocas cosas que le inquieten. Una final de la Copa del Mundo no es la excepción. Pareció satisfecho de llevarlo con tanta serenidad cuando habló de sus sentimientos en público, ayer en el estadio. "Bueno", dijo, "es evidente que vamos a jugar un partido que no jugamos todos los días. Aunque me habría gustado más participar como jugador que como entrenador".

La magnífica cabeza de Del Bosque tampoco osciló sobre sus hombros cuando imaginó en voz alta las horas que le esperaban. "Estoy muy tranquilo", asintió. "Mi alegría va por dentro. No soy un teatrero para expresar mis sentimientos. Ya se nos pasó la euforia del paso a la final. Para el entrenador este es el partido más fácil de preparar. No necesito encontrar palabras para motivar a los jugadores".

"Claro. No creo que me altere mucho hasta que llegue el partido", prosiguió, cuando le preguntaron si dormiría bien por la noche. "En el partido algo ocurrirá que me pondrá nervioso. Pero confío mucho en mis jugadores y tendré tranquilidad cuando tengamos el balón".

Del Bosque aseguró que no cree que los cambios en la alineación beneficien al funcionamiento colectivo y comentó que no veía la suplencia de Torres "como un problema" porque significaba que cualquiera de los 23 podía jugar. Agregó que tenía varias alternativas preparadas según España fuera perdiendo o se adelantara y seguramente pensó en Torres, Navas y Cesc. "Tenemos un plan A, un plan B...", dijo, "jugadores rápidos, jugadores de banda, y jugadores que lamentablemente nos habrían podido ayudar más, pero no han jugado mucho. Los equipos se hacen con continuidad y eso pasa porque siempre jueguen más o menos los mismos".

Sobre la táctica de Holanda no tuvo dudas. "Cada uno llega a la final con un guión escrito", dijo, "y no creo que ni nosotros ni Holanda lo cambiemos. Tanto España como Holanda son dos selecciones con mucha calidad, con jugadores parecidos, y con un mismo estilo. No hay tantas diferencias. Pero éstas son sólo palabras. Ya veremos los hechos en el campo. Habrá detalles que tengamos que valorar, nada más. Ellos tienen jugadores verticales, rápidos y agresivos y no saldrán a especular. No me imagino a Holanda elaborando excesivamente las jugadas".

Del Bosque contó que por la mañana le había llamado el Rey. "Nos ha felicitado por haber llegado hasta aquí", dijo, "nos ha dicho que hay que mantener el espíritu y que a ver si somos capaces de ganar. La familia Real siempre ha sido muy amable con nosotros".

Alguien le preguntó si las hazañas de la selección española tendrían algún efecto político en un país constantemente alterado por las tensiones entre el poder central y el de las Administraciones autonómicas y locales. "Nosotros en la selección tenemos jugadores de distintas comunidades y la unión que tenemos aquí sería deseable para todo el país. Estos acontecimientos pueden ser buenos para que en España se relativice todo un poco más y para que exista una mejor relación entre las comunidades".

David Villa habló en nombre de los jugadores: "Estoy con ganas de que empiece el partido. Ahora nos iremos a descansar bien para que cuando llegue la hora estemos preparados. Es un momento histórico y somos conscientes". Xavi lo acompañó con su habitual serenidad y cordura: "Tenemos todos los ingredientes para jugar una gran final".

Del Bosque: "Preferiría estar en este partido como jugador"