"Si me sancionan, volveré y ganaré"
A Miguel Delibes, como cuenta en Mi querida bicicleta, nada más aprender a montar en bicicleta le entró el miedo, la urgencia de aprender a frenar. A Alejandro Valverde (Murcia, 1980), simplemente las ganas de acelerar. Uno, tras aprender a frenar para poder bajarse de la bicicleta, se hizo escritor. El otro se convirtió en ciclista y aún no sabe frenar. En todo caso, la vida le ha enseñado a ir aún más deprisa. "A Valverde", segundo, tras Alberto Contador, en la París-Niza, dice su director, Eusebio Unzue, "hay que dejarle ser como es, sin intentar cambiarle para mejorar unas cosas so riesgo de estropear definitivamente el conjunto, de acabar con un equilibrio, un sistema, único". A Valverde, en efecto, ni le frena ni le cambia la posibilidad de una suspensión que le dejaría dos años sin correr si en las próximas semanas -se cree que a finales de este mes- el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) decide que el Comité Olímpico Italiano (CONI) tenía derecho a sancionarlo como lo hizo, el 11 de mayo pasado, por entender que era culpable de dopaje por su implicación en la Operación Puerto.
"No soy abogado. Sólo está en mi mano entrenarme y vencer. Y eso hago"
"Me veo como un ganador. La calidad está ahí. Más no puedo demostrar"
Pregunta. Es fuerte Peter Sagan, el eslovaco, ¿no?
Respuesta. Muy fuerte, sí. Ha arrancado muy bien en las llegadas y ha merecido ganar sus dos etapas. ¡Cómo va! ¡Muy rápido! Sube muy bien y no es fino. Lo hace todo de fuerza bruta.
P. Sólo tiene 20 años. Usted le saca 10. ¿Qué se siente?
R. Me estoy haciendo viejo ya... Tienen que venir generaciones nuevas. Es normal.
P. ¿Pero no le hace sentir que todo va muy rápido en la vida?
R. ¡Qué va! Aunque tenga 10 años más, sigo siendo joven. Lo que pasa es que él es muy joven.
P. En los próximos días se sabrá si le sancionan o no. ¿Corre cada carrera como si fuera la última?
R. No, ni mucho menos. Ya en 2009 estaba así. Todos se alarmaban. Me decían que aquélla era mi última carrera. Me lo empezaron a decir en marzo, Corrí todo ese año y sigo corriendo. No pienso en eso. Voy carrera a carrera. Y también pienso en más adelante.
P. ¿Tampoco ha sentido más necesidad de ganar todo lo que ha podido por si acaso?
R. Siempre voy con la misma ambición. Ya quedé segundo en la París-Niza la única vez que la corrí antes, en 2005. Quiero hacerlo bien. Un buen inicio de temporada, como ahora
[ganó en febrero el Tour del Mediterráneo] y un buen año. Como siempre.
P. ¿Y en los próximos meses?
R. Subiré unos días a Sierra Nevada, la Vuelta al País Vasco y, a finales de abril, las clásicas belgas. Luego, la Dauphiné y el Tour.
P. A muchos les sorprende que pueda mantener esta ilusión.
R. A mí me gusta este deporte y por eso lo practico. Yo no pierdo nunca la ilusión. Sigo entrenándome y cuidándome igual, que es lo bueno, y sigo ganando exactamente igual que siempre. Yo sigo a mi naturaleza, No hay más.
P. ¿No se come el coco pensando que todo podría ser diferente?
R. El ciclismo, en general, podría ser mejor. En mi caso particular, también. Esperemos que pase esto y... a seguir corriendo.
P. En España no hay equipos ni carreras, pero sí los mejores corredores. ¿Cómo se lo explica?
R. Ya llevamos unos años teniendo a los mejores en clásicas y carreras por etapas, vueltas grandes y de una semana.
P. Pero su patrocinador, Caisse d'Épargne, francés, lo deja a finales de año y ninguna gran empresa española parecer dispuesta a montar un equipo...
R. Pero así, pareciendo que es el fin de algo, llevamos muchos años y vamos sobreviviendo. Antes o después se pasará el bache. Sigo viendo muchísima pasión por el ciclismo. Seguirá habiendo carreras y equipos muy buenos, como el Sky y el RadioShack...
P. Equipos de fuera de España. Aquí nadie pone un euro.
R. Pero el ciclismo se hace más internacional y se compensa.
P. ¿Y la afición?
R. No ha cambiado nada. Me quiere igual. Cuando me entreno por cualquier carretera y me reconocen, saludan felices.
P. ¿Ve, entonces, lo que le pasa como una condena inmerecida?
R. Más méritos que los que he hecho para que se crea en mí no se pueden hacer. Más controles que los que paso yo, difícil. Y ahí sigo, desde principios hasta finales de año ganando. Cada vez, cosas más importantes. O, si no gano, estoy cerca. Sigo a mi nivel.
P. ¿Es su única forma de intentar demostrar su inocencia?
R. No soy abogado. No está en mi mano lo que se decide en un juicio. Sólo, entrenarme y ganar. Y eso hago.
P. Tras ganar la Vuelta y viendo lo que es Contador, ¿cómo se plantea el Tour?
R. Soy realista y sé que Alberto es el mejor para carreras por etapas, pero estoy cerca y el Tour es muy largo. Lo veo difícil, pero no imposible. Yo, con estar luchando con él, viéndome delante, ya me motivo. Con eso me sobra.
P. ¿Le hizo la Vuelta sentirse más ciclista?
R. Me hizo conseguir lo que me faltaba, una gran Vuelta. No es el Tour, pero es importante.
P. ¿El cambio de década, cumplir los 30, le ha hecho pensar en una nueva etapa en la vida?
R. Me veo corriendo hasta los 34 o 35 años. Sé que estaría delante sin problemas. Me veo con una época larga de ciclismo. De cabeza y de piernas me veo bien.
P. Sigue porque gana, ¿no?
R. Y si gano será por algo, porque la calidad está. Me sigo viendo como un ganador. Pienso más en las grandes vueltas, en las generales, no tanto en las etapas, pero seguiré luchando por las clásicas.
P. ¿Le gustaría estar corriendo una carrera el día que salga la sentencia del TAS?
R. Sea lo que sea, yo voy a seguir siendo igual. Si es favorable, seguiré corriendo y espero que más tranquilo. Si no, tampoco habría problema. Volvería al ciclismo y seguiría ganando. Sin más complicaciones. Sólo pensando en correr.
P. ¿Y con más rabia?
R. Rabia la tengo ya. Más no puedo demostrar. La gente ve que sigo ganando digan lo que digan.
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