Ascenso general en Argentina

¿Descendió el River Plate a la Nacional B (Segunda División)? ¿Inician el Boca, Independiente y San Lorenzo el campeonato con promedios bajos que comprometen su clasificación? No hay que ponerse nerviosos. La respuesta es un giro extraordinario en la organización del fútbol argentino: se juntan los clubes de Primera y de Segunda, nada menos que 38 en total, y se anuncia la creación de una Liga única a partir de la temporada 2012-2013. "Necesitamos un torneo atractivo para que el mercado del fútbol siga vivo", aseguró el portavoz de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Ernesto Cherquis Bialio.

Oficialmente, el nuevo campeonato pretende federalizar el fútbol, es decir, incorporar a la competición principal a equipos de provincias, que ahora verán sus partidos retransmitidos en abierto por televisión y que jugarán contra las estrellas de Buenos Aires, de donde eran, hasta la temporada pasada, 14 de los 20 conjuntos de Primera. La explicación fue rápidamente puesta en duda porque, al juntar las dos categorías, solo se incorporará a cinco nuevas provincias mientras que 11 (de un total de 23) seguirán fuera del circuito.

La decisión de la AFA, dirigida desde hace 32 años por Julio Grondona, fue muy bien acogida por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, al que muchos consideran como el principal instigador de la medida. En cualquier caso, el kichnerismo da otro paso en su guerra contra el Grupo Clarín, el principal conglomerado mediático del país, dueño de los derechos para televisión de la Nacional B.

La AFA ya rescindió en agosto de 2009 su contrato con Clarín para los derechos televisivos de Primera, que pasaron a ser propiedad de un plan gubernamental denominado Fútbol para todos. Cuando el River Plate descendió, el Gobierno adelantó que, "dado el interés general" por ese equipo, sus encuentros pasarían también a ser retransmitidos en abierto. A partir de 2012, la AFA crea AFA-TV, que tiene todos los derechos y que recibirá del Gobierno unos 1.200 millones de pesos (unos 200 millones de euros) en vez de los 600 millones de pesos (100 millones de euros) de ahora.

El nuevo campeonato plantea problemas estratégicos: si los 38 equipos tuvieran que enfrentarse todos contra todos, duraría más de un año o exigiría que hubiera partidos de competición todos los días de la semana. Para solucionarlo se sortearán en dos grupos. Los cinco mejores de cada uno y otros nueve, según la clasificación conjunta, pasarán a la zona campeonato, que decidirá el título, mientras que el resto seguirá disputando la zona competencia.

La nueva organización fue acogida con un verdadero terremoto en las redes sociales, mayoritariamente contrarias. "Falta de seriedad", "ignorar el mérito", "no es fútbol para todos, sino ascenso para todos"..., son algunas de las críticas más mencionadas. Sin embargo, solo cuatro clubes de los 20 que integran la actual Primera se abstuvieron a la hora de votar (el último campeón, el Vélez; el Newell's, el Racing y el All Boys). "La idea de un nuevo torneo surge de un nuevo orden, un nuevo mundo, en el que la televisión es el soporte fundamental", vino a explicar Cherquis en una emisora de radio mientras que Grondona (cumplirá 80 años en septiembre) se ha mantenido en silencio.