Alonso merecía ser referente
Hay algunos motivos que situarán esta temporada entre las más destacadas de la historia. La F-1 ha vivido un año extremadamente controvertido por el caso del espionaje de McLaren a Ferrari, la sanción a la escudería británica y las denuncias de algunas escuderías contra los equipos filiales. También ha sido una temporada marcada por la emoción hasta la última carrera, en la que ha surgido la figura de Hamilton, bandera de la nueva generación que debe implantarse en el paddock, dando por finiquitada la aportación de veteranos que han perdido el tren.
- Una cuestión técnica. Aunque Ferrari mantiene vivas las sospechas de que McLaren les ha copiado, los coches de las dos escuderías son diametralmente distintos. La prueba más evidente es que mientras McLaren ha funcionado muy bien en circuitos con poca carga aerodinámica (Canadá y Monza) y en los que precisaban de mucha carga (Montecarlo y Hungría), los Ferrari han sido los más fuertes en trazados mixtos como Bahrein, España, Francia, Turquía y Bélgica.
- La fiabilidad de McLaren. A nivel técnico, ha sorprendido la fiabilidad de McLaren, sobre todo teniendo en cuenta que la pasada temporada sufrió todo tipo de percances y que sus coches estaban claramente por debajo de los de Maranello y Renault en cuanto a prestaciones. Ferrari, en cambio, ha acusado los cambios en la cúpula de la escudería producidos por la marcha de Ross Brawn y Rory Byrne, los dos grandes soportes de Jean Todt la pasada temporada. Sin ellos, a la nueva estructura de Ferrari le costó asentarse y encontrar el equilibrio técnico para adaptarse a los nuevos Bridgestone, muy distintos de los que utilizaban otros años. La prueba más evidente de la falta de fiabilidad de Ferrari es que Raikkonen fue quien llegó a Brasil con menos posibilidades de título pese a ser el que más triunfos sumaba. Daba la sensación de que el finlandés nunca está en el lugar adecuado en el momento preciso.
- Consolidación de BMW. Para concluir el aspecto técnico, hay que resaltar la consolidación de BMW Sauber como tercer equipo del campeonato. Su progresión ha sido espectacular, hasta el punto de dejar atrás a cualquier otro rival, entre ellos a los Williams, los Red Bull y los Renault, grandes dominadores las dos últimas temporadas. En Renault cometieron un error de base en el túnel de viento y partieron de una hipótesis equivocada en la adaptación del coche a los nuevos neumáticos Bridgestone. Perdieron por completo la temporada.
- Hamilton, sorprendente. En cuanto a los pilotos, lo más espectacular fue la eclosión de un debutante como Lewis Hamilton. Sorprendió por su constancia, por su forma de conducir, por la fuerza mental que demostró cuando tuvo que defenderse de los ataques de los Ferrari de Felipe Massa y Kimi Raikkonen, y porque se mantuvo en el podio las nueve primeras carreras. Y desde luego, sorprendió también por no estar intimidado por tener de compañero a un doble campeón mundial, como Fernando Alonso. Fue el más regular. Y en realidad, todos los problemas en el equipo McLaren se produjeron por lo que él aportó. Porque nadie esperaba, ni él mismo seguramente, que fuera tan rápido desde la primera carrera.
- Alonso no se siente número 1. Para Alonso la temporada ha sido dura, porque siempre ha ido por detrás de su compañero de equipo. Nunca se ha sentido el número uno en su equipo. Eso no significa que no dispusiera del mismo material que Hamilton. Pero el equipo se equivocó al darles a los dos pilotos igualdad de trato. Alonso merecía un status de hombre referencia de McLaren. Y el equipo se ha buscado problemas al mostrar sus simpatías por Hamilton. Sin embargo, no creo que Alonso haya tenido problemas de presión. Lo que ha ocurrido es que se ha visto obligado a ir al límite, a hacer cosas inusuales y exageradas, impropias de él. Le incordió tener a un novato al lado que le complicaba las cosas.
- El campeonato de los jóvenes. El Mundial de F-1 ha estado marcado por la llegada de varios nuevos valores que han demostrado su capacidad para coger el relevo de los veteranos. Hamilton, Kovalainen, Kubica, Rosberg y Vettel han dejado en evidencia a Barrichello, Fisichella, Coulthard, Ralf Schumacher y Jarno Trulli, que deberían pensar muy seriamente en abandonar la F-1 y buscar otras alternativas. Deben dejar plazas a otros pilotos de gran nivel que están apretando en las categorías de promoción y esperando su oportunidad.
- El caso del espionaje. Fue una triste historia que produjeron dos desalmados, Coughlan y Stepney, y que dejará una huella nefasta en el historial de una escudería como McLaren, que se había distinguido siempre por su honestidad. También la sanción fue histórica. Nadie se había imaginado jamás una multa de 100 millones de dólares y la descalificación del equipo. Pero había que tomar medidas ejemplares. Aunque no creo que McLaren copiara nada, el dossier sirvió para ajustar la dirección del trabajo en aspectos tan concretos como el reparto de pesos, el balance del coche, la adaptación a los neumáticos y otros aspectos técnicos.
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