Emilio Estévez resucita al otro Kennedy
Se estrena hoy en EE UU 'Bobby', el particular homenaje del actor y director al hermano del presidente
El reciente cambio de color en el Congreso estadounidense hacia lo que podría definirse muy libremente como "la izquierda" demócrata, le ha dado ciertas esperanzas a un sector de la población hastiada con el curso político tomado por la Administración de Bush tras el 11-S. Pero al contrario de lo que ocurrió a finales de los sesenta, hoy no hay un Martin Luther King, o un Bobby Kennedy, líderes carismáticos que fueron capaces de ponerle un rostro político a las aspiraciones de cambio de un país dividido, sumido en las desigualdades económicas y raciales, y consumido por la guerra de Vietnam. Ni King ni el senador Kennedy vivieron lo suficiente para transformar todas sus palabras en realidad: ambos fueron asesinados en 1968 (cinco años después que JFK), Nixon llegó al poder y todos los sueños se rompieron, dando paso a un mundo de apatía y cinismo que parece haberse prolongado peligrosamente en el tiempo.
Por eso Bobby, la nueva película de Emilio Estévez, estrenada hoy en Estados Unidos, y centrada en la noche del asesinato de Bob Kennedy, podría leerse como una llamada de atención hacia un país sumido en la mediocridad política y atrapado en divisiones similares a las de aquella década. "Los problemas de los que hablaba Bobby entonces son los mismos a los que nos enfrentamos hoy. Decidimos resignarnos y creo que eso sigue siendo parte de lo que somos hoy. Es desesperanzador. Por eso espero que esta película nos haga plantearnos por qué no hemos avanzado y muestre la relevancia que siguen teniendo sus palabras", declaró Estévez.
Telón de fondo
Pero el actor y director, quien asegura ser un idealista, no ha optado por la vía fácil de centrarse en el personaje y hacer uno más de los retratos que la cultura pop estadounidense le ha dedicado al clan Kennedy. Al contrario, Estévez utiliza al político, hermano de JFK, y quien en la noche de su asesinato (el 4 de junio de 1968) acababa de ganar las primarias demócratas en California, como telón de fondo en una película coral en la que las existencias de 22 personajes que giran alrededor del hotel Ambassador de Los Ángeles, centro de la campaña de Kennedy, quedarán marcadas por su muerte.
El filme, con un gran reparto que incluye a Anthony Hopkins, Martin Sheen (padre de Estévez), Sharon Stone, Harry Belafonte, Demi Moore, Lawrence Fishburne o el propio Estévez, entre otros, en ningún momento le pone rostro ficticio a Kennedy. Todas las imágenes que aparecen del político son reales, y los discursos que se escuchan llevan su voz, lo que para el espectador, por contraste, puede contribuir a aumentar esa sensación de vacío respecto al presente.
Su optimismo e idealismo declarados han llevado a Estévez a dirigir un filme con el que abiertamente afirma querer celebrar "el espíritu de Bobby", el de su segunda época, cuando se convirtió en mito al atreverse a hablar abiertamente de las desigualdades económicas y raciales de su país y al reconocer que para millones de estadounidenses no había esperanza de mejora en sus vidas. "Algunos buscan cabezas de turco, otros conspiraciones, pero es mucho más sencillo: la violencia alimenta la violencia, la represión provoca la venganza y sólo la limpieza de la sociedad como un todo puede eliminar la enfermedad de nuestras almas", dijo en uno de sus últimos discursos.
Sin embargo, la imagen idealizada de Bobby Kennedy, con la que millones de estadounidenses se identificaron a finales de los sesenta, era muy diferente a la del político anterior a la muerte de JFK. "Después del asesinato de su hermano se suavizó, se volvió mucho más compasivo. Entró en contacto con su propia humanidad, cambió" afirmó Estévez recientemente en The New York Times.
Bob Kennedy había sido consejero del senador McCarthy, el que dirigió "la caza de brujas" en los cincuenta y también fue uno de los principales hostigadores de Jimmy Hoffa, el poderoso líder del sindicato de camioneros estadounidense. Tras la elección de JFK como presidente, Bob Kennedy se convirtió en fiscal general del Estado y entre otras cosas autorizó al FBI a montar las escuchas secretas a Martin Luther King.
Pero según periodistas como David Halberstam, quien cubrió la campaña del senador Bob Kennedy como candidato a las primarias demócratas, todo cambió tras la muerte de JFK: "Durante la campaña ya no era parte del Gobierno, estaba solo y marcado por aquel asesinato. Estaba constantemente sufriendo, sentía dolor y lo compartía con otros. Eso le hacía tremendamente interesante. La gente que le siguió durante aquel año sabía que estaba ante un político muy diferente, no era un político en acción, era alguien que estaba creciendo".
Problemas universales
Los 22 personajes que pueblan la película Bobby muestran un microcosmos con el que Estévez ha tratado de reflejar problemas concretos de la época pero también universales. Está Miriam (Sharon Stone), una peluquera en la cuarentena enamorada de su marido (William H. Macy) y que descubre su traición con alguien más joven (Heather Graham); está la joven (Lindsay Lohan) altruista que ha decidido casarse con su compañero de colegio (Elijah Wood) para evitar que sea llamado a filas y no tenga que ir a Vietnam; está la pareja de ricos en crisis (Martin Sheen y Helen Hunt), el inmigrante ilegal, el cocinero de raza negra (Lawrence Fishburne), el conserje jubilado y nostálgico (Anthony Hopkins), los estudiantes que experimentan con LSD... Todos estos personajes, que comparten espacio en el hotel Ambassador la noche en que Kennedy fue asesinado allí, fueron apareciendo en la cabeza de Estévez, tras un encuentro fortuito.
Después de un parón creativo, Estévez decidió esconderse en un remoto hotel de California para tratar de terminar el guión. La dueña le reconoció y al preguntarle qué había ido a hacer allí le dijo: "Estoy escribiendo un guión sobre la muerte de Bob Kennedy". La casualidad quiso que aquella mujer fuera precisamente una de las personas que estaban en el Ambassador aquella noche. "Ella fue quien me permitió crear la espina dorsal de la película y darle un corazón", comentó Estévez.
SU VIDA
Robert Kennedy nació el 20 de noviembre de 1925 en Brookline (Massachusetts). Fue el séptimo hijo de Joseph P. Kennedy y Rose Kennedy
Su hermano el presidente John F. Kennedy
le nombró fiscal general de Estados Unidos
y fue su asesor durante su mandato
Se enfrentó a la invasión de Bahía de Cochinos,
a la crisis de los misiles de Cuba
y a la escalada militar en Vietnam
En su defensa de los derechos civiles logró
la integración racial en la Universidad de Misisipi
En noviembre de 1964 logró un escaño en el Senado como representante por Nueva York
El 4 de junio de 1968 se apuntó la mayor victoria
en su carrera al ganar las primarias en Dakota del Sur y California. Un día después recibió un disparo
a quemarropa en el hotel Ambassador de Los Ángeles y falleció a los 42 años
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