Cómicos esperanzados
Los actores de teatro tienen estos días protagonismo en el cine. Muestra de ello es el documental Máscaras, donde José María Pou hace un alarde de cómo se compone un personaje, nada menos que el de Orson Welles, gran actor que se las apañó siempre para hacer de sí mismo un personaje. Ahora, a través del festival de Valladolid, se han conocido dos documentales que igualmente hablan de actores y otras gentes que componen espectáculos que al público den vida y a ellos les permitan vivir.
Cómicos habla de viejos actores de la legua que aún andan de pueblo en pueblo levantando cada día su teatro ambulante para representar obras de toda la vida ante espectadores inocentes. El cine empezó a minarles su forma de vida, y la televisión les ha dado el golpe de gracia. Pero la familia Benavente aún resiste, acompañados ahora por un par de actores jóvenes de academia madrileña, inmersos en su manera de trabajar y su vivir ambulante. Quizás sean los Benavente recuelos de aquella Barraca que impulsó García Lorca en los años treinta, o herencia del teatro peregrino tan habitual durante la larga posguerra, y, ya en el espíritu de otros tiempos, esta familia del documental dirigido por Ana Pérez y Marta Arribas ofrece de paso el retrato triste de otros cómicos que, recluidos en asilos de monjas, plantan cara a la inanición.
Duro presente del que ofrece la cara opuesta El esfuerzo y el ánimo, el otro documental programado en Valladolid sobre el mundillo del espectáculo. Este estupendo trabajo narra las vicisitudes de la compañía de bailarines de Maurice Béjart, que se ven en la necesidad de demostrar al público que son capaces de prolongar el legado del maestro tras su muerte, es decir, de sobrevivir. Dirigido por Arantxa Aguirre, este sondeo en las cuitas del principal heredero de Béjart, Gil Román, para alcanzar dicho objetivo habla de un esfuerzo juvenil, de esperanza, de vida, otro semblante de Cómicos, que lo hace desde el prisma de la derrota ante la vejez, de unos tiempos que se han ido dejando a sus protagonistas sin justicia ni sentido. El principio frente al fin.
Cómicos se estrena hoy modestamente en algunas salas, y El esfuerzo y el ánimo la próxima semana. Son espectáculos inusuales para la gran pantalla en estos tiempos que corren, y es meritorio el esfuerzo de unas directoras que reivindican el ánimo de quienes no creen que hayan de morir las viejas fórmulas en que llevan trabajando toda la vida. También es meritorio que la Seminci les haga sitio.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.