La recalificación del Miniestadi se frena por problemas urbanísticos

El primer paso para la recalificación de los terrenos del Miniestadi del Barça ha tropezado con un problema urbanístico: los terrenos elegidos en Montcada i Reixac para la permuta de los metros cuadrados de equipamiento que se pierden en Les Corts no son suficientes. Se trata de un territorio cercano a la Serra de la Marina, en una zona denominada Vallançana Baixa -muy cerca de Santa Coloma de Gramenet-, en la que actualmente se desarrollan diversas actividades, algunas de ellas industriales.

El problema es que con la transformación urbanística en zona de equipamientos que requiere la operación no se obtendrían las siete hectáreas que se pierden en Les Corts, sino aproximadamente unas tres. Eso ha obligado a los técnicos de Urbanismo del Consistorio barcelonés a buscar más.

En concreto, además de esos terrenos de Montcada, otra zona en el mismo término municipal y una tercera en Barcelona. Estas dos últimas garantizarían las cuatro hectáreas más que se requieren para poder hacer la permuta de los equipamientos del Miniestadi. Las normas urbanísticas posibilitan compensar la pérdida de metros cuadrados de equipamiento de la ciudad en otro municipio del área metropolitana, pero estas permutas no suelen agradar a los residentes que pierden.

Ésa ha sido la causa de que la aprobación inicial de la recalificación del Miniestadi, que estaba prevista para el pasado mes de noviembre, se haya pospuesto hasta que se solventen esos problemas. Es decir, sin fecha. "Se continúa trabajando" y "todos los metros cuadrados de equipamiento estarán en el ámbito metropolitano" fue la escueta respuesta del sector de Urbanismo a preguntas de este periódico.

Fuentes del Ayuntamiento de Montcada i Reixac confirmaron que no se había realizado ningún tipo de trámite respecto a unos terrenos cuya propiedad está muy fragmentada.

Al FC Barcelona la cuestión de los terrenos que deben localizarse para la permuta le da igual. La condición a la que se llegó es que el club pagaría un máximo de 30 millones de euros para la obtención de las siete hectáreas de equipamiento, "que estén en Montcada, en Barcelona o donde sea lo tiene que determinar el Ayuntamiento de Barcelona", señalaron fuentes de la entidad azulgrana.

Sin embargo, la cuestión de determinar dónde se realiza la permuta es indispensable porque fue fijada en el acuerdo suscrito primero entre el Consistorio barcelonés y el club, y después a tres bandas con el Ayuntamiento de Montcada. En concreto, el convenio, firmado el pasado 28 de julio, señalaba que el equipamiento deportivo afectado en el ámbito de Les Corts -de 7,06 hectáreas- se repondría en Montcada i Reixac, en el frente del río Besòs.El convenio puntualizaba que para la realización de la permuta el terreno debería ser adquirido por la Administración, "si hace falta por la vía de la expropiación". De momento, no se ha dado ningún paso, señala el Consistorio de Montcada i Reixac. La cuestión de qué terrenos son no es baladí a efectos de iniciar todo el trámite de la recalificación del Miniestadi, ya que se debe precisar dónde se compensa la pérdida del equipamiento de Les Corts.

Tan importante es que los dos partidos de la oposición municipal, Esquerra Republicana y Convergència i Uniò, que apoyaron al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, para firmar el acuerdo con el Barça, apuntan que para dar su voto en la aprobación inicial esa cuestión tiene que estar aclarada.

"No podemos votar algo que no se concreta. Nosotros estuvimos de acuerdo con el convenio porque, aparentemente, cumplía todas las garantías respecto a la compensación del suelo de equipamientos. Si ahora resulta que no es así, lo tenemos que ver y, además, se debe modificar el acuerdo", apuntaba Joan Puigdollers, edil de CiU.

Parecida observación hacen desde Esquerra Republicana. "Hay que ver de qué terrenos se trata y si se ajusta todo", comentó Ricard Martínez, edil de esa formación. Así las cosas, la cuestión de la compensación deberá aclararse para que Hereu tenga el apoyo de esas dos formaciones.

Fuentes del Ayuntamiento no quisieron precisar si la solución a los problemas se podría alcanzar antes de la comisión de urbanismo de este mes o si, por el contrario, deberá pasar al año que viene.

Tanto ICV, socio de gobierno de Hereu, como el opositor Partido Popular rechazaron el acuerdo con el Barça. Las dos formaciones entienden que la recalificación es un pelotazo para el FC Barcelona, que aspira a obtener unos 300 millones de euros para financiar el nuevo Palau Blaugrana y reformar el estadio. La cifra fue reconocida por el presidente de la entidad, Josep Laporta, en el acto de la firma del convenio.

El alcalde ha manifestado reiteradamente que la solución para los terrenos que ocupa el FC Barcelona debe quedar cerrada antes de que acabe este mandato, dando por sentado que la ejecución de todo no empezará a caminar hasta él próximo. Parecida aspiración tiene el presidente del FC Barcelona, que quiere terminar su mandato con la cuestión de la recalificación resuelta; por lo menos, con un mínimo recorrido de la planificación urbanística.

Quienes, por el contrario, miran los tropiezos urbanísticos con cierta esperanza son los vecinos de la plataforma opositora de Les Corts. Adela Argelet, portavoz de la citada plataforma, lo resumía así: "Todo lo que sea poner palos en las ruedas del proyecto nos parece estupendo".