El hospital de Lleida extiende a septiembre el cierre de 120 camas

El hospital de referencia en la provincia de Lleida y la zona oriental de Huesca, el Arnau de Vilanova, extenderá al menos un mes más, durante septiembre, el cierre de camas y servicios médicos adoptado este verano con el objetivo de ahorrar. En total, el centro mantiene 120 camas cerradas, una cuarta parte del total.

Así lo confirmó ayer la dirección del centro, que asegura que no se va a mantener abierta ninguna cama que no sea "estrictamente necesaria". Es la consecuencia más visible de los recortes presupuestarios en materia de sanidad: cierre de camas durante más tiempo. Sin embargo, el gerente del hospital público, Victorià Peralta, aseguró que si es necesario se van a volver a abrir, aunque añadió: "También estudiamos prolongar el cierre parcial de habitaciones durante todo el año".

Los espacios que han permanecido inactivos durante estos dos meses, julio y agosto, son algunos de cirugía, medicina interna, otorrinolaringología, la unidad de apoyo a urgencias y parte de la UVI.A pesar de que el Arnau haya funcionado a medio gas, el gerente manifestó que el cierre del centenar de camas de este verano, el doble que el año pasado en los mismos meses, no ha ocasionado ningún problema logístico para el hospital. En este sentido, destacó que en julio hubo días en los que el centro tuvo hasta 40 camas libres, aunque reconoció que fue un mes inusualmente poco caluroso, lo que ayudó a disminuir el número de ingresos.

Los sindicatos del personal sanitario, que ya han pedido una reunión urgente con la dirección, critican duramente la medida. "Nos olíamos que se alargaría más allá del verano", explican. Los defensores de los trabajadores también advierten de que las listas de espera se alargarán. "Si no hay actividad, las listas no avanzan", afirman. Por ejemplo, por una intervención de cáncer de mama en el centro sanitario leridano hay una lista de espera de dos meses, "cuando las intervenciones de patología cancerígena se hacían antes en cuatro o cinco días", explican desde fuentes sindicales.

Además, alertan de que a partir de septiembre se van a producir recortes drásticos de personal interino. "Los contratos de cuatro o seis meses prácticamente han desaparecido, la mayoría son de días, semanas o un mes", explica una enfermera del centro que se queja de que la atención a los pacientes se ve resentida por las medidas de ajuste. "Con el cierre de salas, se reubica a las trabajadoras fijas y se contrata poco personal eventual", señala Anna Ariño, de CC OO, el sindicato mayoritario del hospital, que afirma que la sanidad pública en Lleida "no funciona". "Los trabajadores tienen una sobrecarga laboral importante, están colapsados", concluye Ariño, que está convencida de que las bajas médicas del personal del centro aumentarán en los próximos meses.

La asamblea de Indignados de Lleida ya ha anunciado una protesta contra los recortes para el próximo viernes 2 de septiembre.