La gala de los oXcars exalta la circulación libre de la cultura

Para demostrar las ventajas de la libre circulación de la cultura y los "abusos" que se están cometiendo en nombre de los creadores, la plataforma EXGAE organiza el próximo martes 28 (20.30 horas), en la sala Apolo de Barcelona, Los oXcars, una gran gala con 16 actuaciones musicales y teatrales, que involucran a un centenar de artistas. Tras el extraordinario éxito de la asesoría legal, creada el mayo pasado "para defender los ciudadanos de los abusos de la SGAE y demás sociedades de gestión", EXGAE quiere revelar "las tergiversaciones y falacias" que se esconden, opinan sus responsables, tras las medidas contra la piratería, la persecución de las redes de intercambio libre (P2P) y el canon digital. "En vez de utilizar proclamas y textos teóricos, explicaremos las medidas que proponemos para proteger e impulsar la sociedad del conocimiento, a través de performances y música", explica Simona Levi, del colectivo teatral Conservas, uno de los organizadores del evento.

Entre los premiados se encuentran el cómico Leo Bassi y el colectivo literario Wu Ming, que se hizo célebre colgando sus libros en Internet, lo cual no sólo no eliminó su posible explotación comercial, sino que favoreció su publicación por Mondadori. El Premio Galileo Galilei, para el descubridor perseguido, será para Pablo Soto, programador de la red Manolito P2P, sobre la que pesa una demanda de 13 millones de euros, por parte de Promusicae "por lucro cesante", es decir, por lo que habría ganado si la Red no hubiera existido. El oXcar del cine será para Guillermo Zapata, guionista de la serie Hospital Central y autor del corto más visto de la historia de Internet. "Los guionistas son paradigmáticos de una forma de utilizar el derecho de autor para precarizar y mal pagar el trabajo. La SGAE es una estructura vertical, en la que el 4% se reparte el 96% de los beneficios", afirma Luis Cabrera, fundador del Taller de Musics, miembro de EXGAE y de SGAE, "las cosas, hay que cambiarlas desde dentro", sostiene.

"No estamos en contra de los derechos, sino de cómo se explotan y reparten. Queremos invitar a los artistas a gestionar sus creaciones", añade Levi.